El campeón camina por primera vez en su vida por las calles del centro de Tegucigalpa. Tiene apenas dieciocho años y empieza a estrechar la mano de un pueblo al que conoce poco.
Escucha el “Pase, amor, ¿qué va a comprar”, los motores de los buses y taxis, pero también frases de apoyo: “Suerte, campeón”, “Gane esa medalla de oro para Honduras”, “Que Dios lo acompañe”…
Acabamos de entrar por los laberintos de colores del mercado Los Dolores. Almorzaremos baleadas, una de las comidas favoritas de Teófimo López, el boxeador que tratará de darle a Honduras su primera medalla en Juegos Olímpicos.
FOTO: Teófimo en el alma de Los Dolores en esta imagen de nuestro artista Sergio Montero.
Nos atienden las muchachas de delantales rosados del comedor Lourdes. Teófimo pide una baleada sencilla: “Solo con frijoles y mantequilla”, dice. “Nada más”.
Unos minutos después le entregan su baleada. “Uy -dice don Teófimo, el papá del campéon-: pónganle más frijoles y mantequilla”.
Y así se hace.
Entrenador y boxeador habían llegado a Radio House a las 10 de la mañana. Nos sentamos en el restaurante para platicar.
FOTO: Teófimo está en excelente forma a pocos días de debutar en los Olímpicos de Río 2016.
¿Cómo hacen los gringos para pronunciar su nombre? -inicié.
Ja, ja, ja, les sale mejor decime Teo. A otros se les hace difícil y no pueden decir Teófimo.
¿Usa alguna palabra de esas que decimos los hondureños?
Sí… El “¿Qué pedos?”.
Y suelta una sonrisa, ante de disculparse, porque confiesa que no habla muy bien el español a pesar de ser hijo de padres hondureños, de San Pedro Sula, del barrio Paz Barahona.
Le digo que no se preocupe y le lanzo cinco preguntas rápidas sobre Honduras.
CINCO RAPIDITAS
- Juan Orlando Hernández: “No sé mucho del presidente, pero me gustaría reunirme con él, platicar y tomarnos una foto juntos”.
- Salvador Nasralla: “No sé quién es… Lo siento”.
- Caso Seguro Social: “Sólo sé que han hecho muchas cosas feas en este país”.
- Roatán: “¡Quiero ir!”.
- Francisco Morazán: “Un héroe de Honduras”.
FOTO: “Mi papá me ha contado que Morazán es nuestro héroe”, dijo el campeón.
FOTO: Jabs, uppercuts, cruzados y ganchos frente a la iglesia Los Dolores.
FOTO: El campeón rezó en la Catedral.
Aunque todavía no es muy conocido en Honduras, expertos vaticinan que Teófimo López tiene muchas posibilidades de ganar una medalla en Río 2016.
¿Cualquier medalla?
“No, no me conformaré con cualquier medalla. ¡Voy por el oro!”, dice. “¿Oro?”, le respondo con dudas. “Sí, de oro. La primera medalla de oro en la historia de Honduras”, responde él sin titubear.
Y me explica de dónde nace esa certeza.
He leído que en Honduras faltan personas que le den esperanza a su gente, que les hagan creer en que sí se pueden alcanzar grandes metas. Sé que Dios tiene un propósito para mí y para mi país -dice Teófimo.
Nació en Nueva York, habla el inglés a la perfección. A diferencia de la mayoría de los hondureños, no le gusta el fútbol, pero sí se identifica con el Olimpia.
“Nunca jugué fútbol… Empecé a boxear desde los seis años. Mi papá fue el que me llevó al gimnasio. Mi madre sufría al comienzo… Hoy es mi nutricionista”, cuenta.
Sin embargo, doña Jenny, su mamá, jamás va a una pelea.
“¿No se molestará su nutricionista si nos vamos a comer baleadas a la calle?”, le pregunto. “¡Vamos”, dice Teófimo. “Claro que sí… Somos personas humildes, sencillas”, dice su papá.
Y nos vamos a Los Dolores.
Las angostas calles de la capital le asombran. “Wow”, dice fascinado, cuando doblamos en la esquina de Chinda Díaz.
Teófimo titubea antes de soltar algunas palabras en español. A veces se frustra. “Me gustaría hablar mejor el español”, confiesa. Lo dice con cara de frustración. Aprovecho para hacerle otras rapiditas.
6 RAPIDITAS
- Floyd Mayweather: “He entrenado en su gimnasio. Me ha dicho que llegaré lejos. Estuve en su cumpleaños. Fue tremenda fiesta, ¿eh? Me cae muy bien”.
- El peso: “Estoy en 134 libras, a dos de mi peso, las 132. Lo haré sin ningún problema. Tengo 25 días para mi debut en los Olímpicos”.
- ¿Por qué Honduras y no Estados Unidos? “Hubo un problema… No quiero hablar mucho. Yo ya había clasificado para los Olímpicos, era el número uno, pero me querían poner en otra posición y mi papá y yo no aceptamos. Después hubo una cosa con la Asociación Internacional de Boxeo Amatuer y mi papá me dijo ´Papi, es una señal de Dios… Él quiere que representés a Honduras´. Y así lo haré”.
- ¿Cuántas abdominales al día?: “Ahorita solo 300, para mantenerme. Antes me hacía entre 600 y mil”.
- ¿Novia?: “No, por los momentos no”.
- ¿Cuándo debuta en los Olímpico?: “El 6 de agosto”.
Unos minutos más tarde… ¡Las baleadas! Y muchas fotografías. Con las cocineras, con la dueña del local, con las muchachas de los delantales rosados (una de ella le toca las abdominales y él se levanta la camiseta y con visible orgullo muestra los cuadritos), con Brayan Hernández, un músico que vive en Barrio Abajo, y que se acercó para saludarlos y pedirle “una medalla”.
FOTO: Una baleada al puro estilo catracho en el puesto Lourdes de Los Dolores.
El campeón y su gente poco a poco se van conociendo.
Salimos hacia la plaza. En el último puesto le pregunto si tiene camiseta de la Selección de Honduras. Me responde que no. Le compro una. Se la pone allí mismo, frente a Jéssica, la vendedora que le queda viendo las abdominales con disimulo.
Le hacemos fotos frente a la estatua donde está el arcángel. Seguimos caminando y saluda a Giselle Gallegos, una muchacha que atiende en un puesto lleno de colores.
“Vamos a pasarles por encima a todos esos boxeadores y ganaremos la medalla”, señala el padre-entrenador.
Dejamos atrás Los Dolores y cruzamos la Peatonal. Le tomamos fotos frente a la estatua de Morazán, con los policías municipales y en las gradas de la Catedral.
El campeón y su padre entran y rezan un rato. No les pregunto qué platicaron con Dios, pero estoy convencido que, entre otras cosas, le pidieron fuerzas y corazón para ganar la medalla de oro.
Faltan diez minutos para las cuatro de la tarde cuando sale de la Catedral. Algunos lo reconocen y lo saludan. “¿Se sabe la quinta estrofa del himno nacional de Honduras?”, le pregunto. El campeón se asombra. “Me lo estoy aprendiendo… Ya me sé bastante”, responde. “No se preocupe, que yo tampoco me lo sé todo”, lo tranquilizo. Teófimo López sonríe.
Suenan las campanas de la Catedral. La entrevista acaba de terminar…
FOTO: Con don Teófimo, su papá, quien es, de paso, su mejor amigo y entrenador.