Si la noticia que circuló hace días de la separación del técnico, Javier Padilla, del club Real de Minas no era más que un rumor, en este momento la junta directiva debe considerar despedirlo.
Real de Minas se cae a pedazos, están haciendo un ridículo monumental y nadie hace nada para detenerlo, no mete ni las manos.
Y si la junta directiva no tiene el valor o un plan B como sucesor del técnico Padilla, el solito debería considerar poner la renuncia irrevocable.
El equipo da pena, da lástima; hoy no se comió una goleada, simple y sencillamente porque los Lobos de la UPN no aprovecharon las oportunidades clarísimas que tuvieron y porque el guardameta, Donaldo Morales, tuvo una brillante noche.
Ocho partidos y el Real de Minas acumula 7 derrotas y una victoria frente al Honduras de progreso.
Hay que mover piezas y cambiarle la cara al equipo o no tendrán salvación y volverán directito a segunda.