NOTA DE REDACCIÓN: En menos de cuatro meses, www.radiohouse.hn se ha convertido, gracias a sus reportajes, entrevistas y credibilidad, en el sitio web favorito de los lectores hondureños. Aquí no mentimos ni especulamos, y, aunque publicamos notas internacionales, preferimos las historias y personajes con saborcito catracho. A partir de hoy -y hasta el fin de año-, volveremos a compartir con ustedes algunos de las mejores entrevistas realizadas entre el 31 de agosto a la fecha. ¡Que las disfruten!
Quedamos desde la semana pasada que la entrevista sería a las 12:30 en punto. Me dijo: “Herman, sea puntual” porque estoy corta de tiempo”. Me preparé con las preguntas, Sergio con el flash y la cámara.
A las 12:27 del mediodía, Stefany Galeando llegó con un vestido azul y blanco ajustado al cuerpo y zapatos de tacón negros. Pidió agua y nos sentamos en cabina desde donde se transmite todos los días el programa deportivo Radio House.
¿Quién es Stefany Galeano?
Tengo 27 años, con novio, un hijo y estoy casi terminando la licenciatura de Mercadotecnia. Soy presentadora de televisión hace 10 años, empecé en los medios hace 14 años. Fui bailarina profesional en grupos coreográficos, modelaje, después de eso se dio la oportunidad en televisión y luego la actuación.
Terminemos la entrevista, vámonos, ya dijo todo –le digo a Sergio, nuestro fotógrafo. (Ella se ríe). Stefany, hoy que confirmé la entrevista por Whatsapp me dijiste que empezás a trabajar a las 3 de la mañana. ¿Qué hacés desde esa hora? Después me dijiste que tomás una siesta, explicame un poco.
Bueno, trabajo en un programa que se llama “Buenos días”, la transmisión es en vivo a las 5 de la mañana para los Estados Unidos.
¿En qué canal?
Sercano TV. No está en los sistemas de cable local, ahorita estamos entrando en 6-7 canales en los Estados Unidos, pero es un canal on line, así como RadioHouse, que ha entrado full on line, full web. Entonces es una programación dirigida a todos los centroamericanos en Estados Unidos porque estamos acostumbrados a ver televisión para los mexicanos, boricuas, dominicanos, pero, si se fijan, son muy contados y pocos los centroamericanos que se toman en cuenta. Nuestra televisión va dirigida netamente a todo Centroamérica.
¿Qué temas tocan?
Lo que tiene que ver con los artistas. Ya sea pintura, música, baile, actuación y otros… Entonces, a mí me toca estar pendiente de los 6 países de Centroamérica para que la gente en Estados Unidos vaya conociendo nuestro material.
¿Con qué artista has trabajado últimamente en Honduras?
De Honduras, gracias a Dios tengo el placer de conocerlos casi a todos, entonces no se me dificulta en ese aspecto. Ya tengo 6 meses en este programa y era un poco complicado porque también me toca seguir en redes sociales. Y yo solo he escuchado al mentado “Nigga” de Panamá, al Predicador y eso sólo en género Regueton; debo abarcar todo. Entonces, una cosa te lleva a la otra, he estado viajando a Estados Unidos durante el año, he hecho como 5 viajes como embajadora para eventos que se realizan para hondureños en Houston, Nueva Orleans, Miami; he sido invitada y me ha tocado, gracias a Dios, ir a chambear, como se dice, y animar durante 8 horas sin parar, a presentar bandas de Honduras y demás países de Centroamérica. En el de Nueva Orleans tuve el placer de conocer a Eddie Herrera y al otro Eddie que no recuerdo el apellido, pero, son salseros ambos. Son boricuas muy famosos. Esto me ha llevado agarrar contactos y esto ha hecho que mi agenda crezca.
¿Qué música te gusta?
Toda. Yo puedo escuchar rock, reguetón, bachata… Uno de mis géneros favoritos es la bachata. Porque yo soy bailarina profesional y considero que la bachata hace que te deslumbre la pasión y el erotismo en cuestión de un baile, pero, en un lado bonito, no en un lado vulgar.
¿Hace cuánto empezaste a bailar?
Desde los 4 años.
¿Cómo fue tu infancia?
Divertida, fui una niña muy hiperactiva, en mi casa vivíamos 20 niños, parecía un kínder completo, mi mamá se dedicó a cuidar a todos mis sobrinos. Éramos una familia muy bonita, muy colorida, todos los fines de semana había cumpleaños o algo para celebrar.
¿Con quién vivías?
Somos 4 mujeres, hermanitas, y mis 3 hermanos, les digo hermanos, pero son hijas de mi tía menor. Primos, los hijos de todas mis tías. Hijos de primas de mi mamá, las muchachas que le ayudaban a mi mama también tenían hijos, entonces, también vivían con nosotros. Éramos primos, primas, hermanos, hermanas, mama, papá, tías, éramos 23 por todos en la casa.
¿El recuerdo más bonito de tu infancia?
Todas las navidades, los cumpleaños, los días de la madre, los actos especiales en la escuela, puesto que éramos una familia que parecía una novela siempre, parecía una película. Eran gritos por aquí. Por allá. Fajazos por un lado, si le pegaban a uno, nos íbamos todos, era un fajazo para los 23 que estábamos.
¿Eran mano dura entonces en tu casa?
¡Ah, no! Mi mama es una mujer muy estricta, pero muy cariñosa y dulce a la vez. Nos dio amor y rigor, nos supo enseñar lo bueno y lo malo, nos hizo personas independientes desde muy temprana edad.
¿Dónde estudiaste?
Estudié, bueno, viví en Choluteca un tiempo, entonces, la escuela la hice en el Renacer, luego en Choluteca en el Goretti, en la Tomasa, después regresé a Tegucigalpa y después en el Emiliani como 4 o 5 años, en la Kennedy, terminé mi último año de comercio en el Cerro de Plata, en este famoso colegio.
¿Eras buena o mala alumna?
¡Ufff! Buenísima, fíjate que me gusta sentarme adelante, porque tengo un déficit de atención, si miro que alguien está molestando atrás, imposible, me desconcentré y ya estuvo, entonces tengo que estar sentada enfrente, poner mucha atención, anoto y no estudio para los exámenes, pero, siempre he sido de las alumnas de 80 para arriba. Yo preguntaba por todo, preguntaba hasta que entendía.
Se nota que tenés un carácter fuerte, ¿característico en vos?
Se ríe: “Mmmmmm… Ya es hereditario. Mi mamá y mi papá son así, mi papá es militar, entonces mi papa me enseñó a ser una mujer con mucho coraje.
¿Te gustaban los muñequitos?
No, me gustaba jugar pelota descalza en la calle, me gustaba jugar mables, me gustaba subirme a los árboles, fui muy poca para las muñecas, era súper “varonera”, soy súper “varonera”, incluso considero que la mejor amistad es la de un hombre.
¿De verdad?
Sí. Mi mamá se preocupaba porque siempre me gustaba andar el pelo corto, me decía: “Tenés un pelo bonito, ¿por qué lo andás corto? Yo le decía: “Mamá, mucho calor, no quiero peinarme”. Yo fui una cipota que disfrutó. Yo andaba descalza en Choluteca en las épocas más calientes. Jugaba fútbol y andaba en bicicleta de arriba para abajo.
Explícame: me acabás de decir que la mejor amistad es la de un hombre con una mujer, la mayoría piensa que ese tipo de relación y amistad no existe.
Es falso. En mi caso, tengo varias amistades mujeres, pero te puedo decir que los confidentes son hombres. Tengo una amistad con un hombre desde hace 15 años, somos mejores amigos, hemos dormido en la misma cama, hemos comido del mismo plato, hemos llorado juntos y jamás en la vida nos hemos dado un beso en la boca y jamás en la vida hemos tenido intimidad. Entonces te puedo asegurar que la amistad entre hombre y mujer sí existe.
¿A qué lo atribuís?
Todo depende, yo he hecho click con hombre para ser amigos, no para una relación, tengo otro buen amigo que ahora está viviendo en Los Ángeles, vivía en Colorado, trabajó en Telemundo, se llama Javier Castro, hicimos click, súper amigos, me fui para Colorado, me quedé donde él y ya todo mundo andaba diciendo “Ah, estos tienen algo”. Respeto la amistad, no me importa lo que diga la gente, cuando se trata de un buen amigo y de una persona que en realidad vale la pena.
¿Te importa el qué dirán?
No, no me da de comer la gente.
Dijiste que tenés novio… ¿Hace cuánto?
Hace poco decidí formalizarme en una relación porque quiero algo más serio. Más formal.
¿Creés en el amor a primera vista?
Sí, cuando nacen nuestros hijos.
¿Tenés un hijo? ¿Cómo se llama?
Se llama Jonathan René y va a cumplir 7 años. (Levanta el brazo y veo un tatuaje que dice “Rene”). Mi papa se llama René, mi hijo Jonathan Rene y yo Stefany René. Entonces por eso el René.
¿Qué sentiste cuando nació tu hijo?
¡De todo! Cuando te das cuenta que vas a tener un hijo y sos una madre primeriza, asusta, más a mis 19 años. Venía iniciando mi vida. Aunque ya desde los 13 tenia de andar en la calle, ya conocía muy bien, lo bueno, lo malo, anduve mucho tiempo bailando, salí del país a todo Centroamérica. Por todo Honduras también trabajando, cuando ya supe que mi hijo estaba en mi vientre, mi vida cambió por completo, me puse feliz, completamente feliz, era algo que estaba esperando, era algo que anhelaba. Después de mi niñez, la adolescencia fue un poco complicada y difícil, hubo un vacío que tenía que llenarlo, consideré que teniendo un hijo iba a poder lograrlo. Y lo he logrado. Lo decidí con madurez y convencida de lo que me iba a enfrentar, algo difícil y hay que tener cuidado.
¿Tu hijo es celoso con vos?
Es muy celoso, cuando vamos en la calle le dicen “cuñado”, se enoja. Y les dice: “Respeten a las mujeres”. El otro día iba con mi hijo, llevaba los cables pelados y había dos hombres en un carro en el estacionamiento de un centro comercial, me dice uno de ellos: “Qué rico, mi amor”… Me regreso a decirle: “Semejante imbécil, respétame, voy con mi hijo. Idiota”. Pero es que andaba enojada, mi hijo me dice: “Ese hombre te estaba enamorando ¿verdad? Y te enojaste por eso, me molesta que no te respeten”. Le dije: “Sí, hijo, usted no debe ser así nunca, debe respetar a las mujeres”. Y es de esas cosas que uso de ejemplo para enseñar a mi hijo.
¿Sos romántica?
Sí, muy romántica.
¿Vanidosa?
¡Uy! Bastante. Desde que me levanto trato de andar muy bien. Si ando deportista, andar bien, aunque no ande una gota de maquillaje. Si voy a trabajar, no s que quiero sobresalir ante mis compañeras, pero sí me gusta verme bien.
¿Ha sido difícil ser una madre soltera?
No, todo es cuestión de educarlos, ha habido ocasiones donde he tenido que trabajar todo el día y gracias a Dios tengo a mis hermanas cerca, ellas me han ayudado, y si no, yo lo llevo conmigo y le digo: “Usted se sienta aquí, vamos a estar 5 horas”. Se porta bien, no hace ruido, si necesita ir al baño o comer me dice: “Mama, venga por favor”. Yo me acerco y hablamos, pero se comporta. Lo acostumbré. Me lo llevaba desde que tenía 4 meses de nacido, andaba conmigo de arriba para abajo en todo lo que hago en los medios.
¿Qué odiás de la gente?
El chisme, el invento, que se metan en la vida de los demás y no ven la vida de ellos. A veces nos creemos tan perfectos y nos encanta estar destilando en contra de los demás y no vemos nuestras vidas, si estamos mejor del que estamos hablando.
Es inevitable que hablemos de las famosas fotos tuyas en las que mostrás todo. ¿Sos vos? ¿Cómo te afectó?
Es un tema que ya no me importa, darle importancia a las persona que quisieron hacerme daño, me afectó en su momento, pero, diez años después de ese incidente, ya no. Lamentablemente ahora está de moda denigrar a las mujeres. Me aburro de ese tipo de preguntas en las entrevistas. Todos venimos de una mujer, no confíen en nadie, sigan adelante, no han matado a nadie y quien vive del pasado no tiene vida. Hay que empezar de cero, seguir adelante, no darle gusto a la maldad.
¿A quién admiras?
Admiro a muchas personas, pero tengo que decirte que me admiro a mí misma, no es que sea egocéntrica, es porque soy una persona que ha luchado en contra de las adversidades de la vida, contra gente mala que se encargan de ponerte piedras en el camino y si uno no construye con esas mismas piedras, entonces fracasás. Soy valiente, sin tapujos, hago lo que me parece correcto. No me importa si a los demás les cuadra o no.
¿Tenés algún tabú?
¡Ninguno!
¿Qué pensás del matrimonio del mismo sexo?
Por religión y cuestión de educación en mi familia se nos enseñó que eso era malo. Es malo. A mis 17 años salí del país, fui Alemania, miré dos hombres besándose en público, es otro mundo, nadie los volteó a ver, solo yo. Critiqué en mi mente, “Dios mío, se va a caer el mundo”. Todos hacen lo que quieren y nadie se mete en la vida de nadie. Aprendí que no debo criticar a los demás, si se quieren, se aman, que estén juntos. La vida solo es una. Además, a quién le rendiremos cuentas es a Dios al final del camino.
¿Cuántas veces te has enamorado?
Una, en el colegio, después del padre de mi hijo, ahora con mi actual novio. El amor es una decisión. He tenido pretendientes bien preparados y guapísimos, pero si no me entra, no quiero. Decido no quererlo y ya está. No y no.
¿Te gustan los deportes? ¿A qué equipo seguís?
Sí, al Olimpia, al Real Madrid y al Barça. Yo soy Madrid, pero mi hijo es gran Barcelona, entonces por él me gustan los dos equipos.
¿Te gusta leer? ¿Cuál es tu libro favorito?
Sí, me gusta, leo la Biblia. Me gusta cultivar mi espíritu.
¿Política?
No, no me interesa. No me gusta cómo se han dividido por políticos. Al momento de votar lo hago a conciencia y si no me gusta ninguno, voto nulo para que no me roben el voto. Prefiero trabajar, pagar impuestos, le suben a todo y no me voy a desviar de mi estilo de vida. Me molesta ver a la gente pelear, país dividido por estos temas, he visto las redes sociales, amistades y familias terminar por el tema político. En lugar de usarlo como algo positivo, en Honduras se usa de forma muy negativa.
¿Estás grabando películas?
Sí, dos. “De lo que sea” estará en cines el 3 de diciembre a nivel nacional. Historia de cinco personajes, tres hombres y dos mujeres. Es un tema basado en historias reales.
¿Cómo nace el interés por actuar?
Mi mamá se preocupó por mí; era hiperactiva y me pusieron a clases desde chiquita, hablaba clarito desde que tenía año y medio. Ingresé al Manuel Bonilla, estudié danza, actuación, baile y todo lo que tiene que ver con el arte. Estudié en el teatro hasta los 10 años en la clase de la profe Lucy Ondina, una gran actriz hondureña.
¿Tu película favorita?
La pasión de Cristo de Mel Gibson. Me hace llorar. Son muy impactantes los papeles que se desarrollan.
¿Sos llorona?
Con las películas sí.
¿Novelas?
No me da tiempo de ver TV y ahora que voy al cine es para ver películas infantiles porque me toca llevar a mi hijo.
¿Si te digo que actués llorando?
Ahora no puedo, no estoy concentrada. Es un proceso para dejar tu vida a un lado y meterte de lleno al personaje. Estoy en ensayos, este viernes empezamos a rodar en “Se lo dije Lucecita” son ensayos de 6 horas y debo dejar a Stefany, mi teléfono… A mi hijo, si no tengo quien me lo cuide, me lo llevo conmigo.
¿Quién es Lucecita?
Es una muchacha de pueblo de 22 años que tiene la profesión más antigua del mundo. Mantiene a su familia. Está decepcionada de la vida. De los chismosos. No le importa lo que la gente haga y diga. Su debilidad es su hermanito que ella quiere que sea un buen hombre y que pueda estudiar. Es una historia real, por el lado de Olancho.
¿Bebés? ¿Fumás?
De vez en cuando, cuando puedo hacer vida social. Solo tomo cervezas.
¿Tatuajes?
Sí tengo, cada persona decide hacer con su cuerpo lo que quiera. Los tatuajes son arte. Aunque aquí lo tildan de vago a uno. Son artes eternos en tu vida y cuerpo.
¿Qué quiere hacer Stefany a futuro? Se corta la grabación porque agarra mi celular y lo guarda en su cartera. Hay risas y dice: “Ay, pensé que era el mío”.
Una de mis metas es ponerme la toga de la universidad. Me ha costado, no ha sido fácil tener mi hijo, trabajar, ser responsable porque mi abuela paterna vive conmigo. Me ha tocado ser el pilar en casa. Falta poco, a paso de tortuga pero llegamos, es un ejemplo y legado que quiero dejar a mi hijo y una satisfacción a mis padres también.
Una satisfacción personal…
Sí, para decir: lo he logrado. La gente dice “Ya no importa, ya estás trabajando”. Incluso tengo tantos años en el medio que me pagan más de un recién graduado en la carrera de Periodismo. Quiero hacerlo porque quiero ser una gran comerciante, mercadóloga, poner mi marca de ropa y zapatos para mujer y para niños. Aún no está definido. Aquí en Honduras nadie diseña, lo que dicen que ha sido creado aquí, es falso, he viajado y han visto cosas en otros lados y no es innovador. Es una copia de moda en Estados Unidos o Europa.
¿Qué pensás del presidente Hernández?
Que Dios lo bendiga, nada más. Hay tantas quejas por aquí, por allá, pérdidas de empleos, que Dios le de dirección para seguir gobernando de una mejor forma.
¿Y de los indignados?
Tienen derecho. Pero me molesta el caos que hacen. Pueden hacer protestas pacíficas y en zonas para no paralizar la ciudad. Si yo no trabajo, no como. No puedo mantener a mi hijo. No estoy en contra. Tienen el derecho.
¿Qué tipo de país querés para tu hijo?
Difícil, me lo llevaría al extranjero. Por mayor oportunidad. De crecimiento y educación. Pero quiero que mi hijo crezca aquí. He tenido la oportunidad de irme pero mi familia está aquí.
¿Religión?
Católica.
¿Qué es Dios para vos?
¡Dios es todo! Hablo con Él en todo momento, cuando me levanto a las 3 am. No me levanto de un solo. Le pido que me lleve con bien, qué cuide a mi hijo, a mi familia. La gente me dice que estoy loca porque estoy orando o cantando mis canciones. Me dicen: “Vos no vas a la iglesia”. Y les digo: “¿Y?”. Soy mujer espiritual. Soy religiosa. Y no creo en hombres que juegan con la religión.
¿Qué tiene para ofrecer Stefany a Honduras?
Pondré mi puesto de tajaditas (risas). Mucho, quiero lo mejor para mí país. Por eso no me he ido. Puedo crear un movimiento de mujeres para apoyar a las que han fracasado en la vida. Puedo incentivar a que trabajen con esfuerzo.
¿El momento más feliz de tu vida?
El 20 de noviembre de 2008 a las 11:58 PM. Cuando escuché llorar a mi hijo.
¿El momento más triste?
Cuando mi madre se fue a vivir a Estados Unidos.
¿Qué se te ocurre para cambiar la situación del país?
¡Educación! Es básico en un país con pocas oportunidades. Educarlos sexualmente, de respetar, amar a la familia, ya a nadie le importa a nadie y a nadie le importa nada. Ven un muerto en la calle y toman fotos para subirlas a Fb. Eso no puede ser.
¿Qué mensaje dejarías a la juventud?
Soy una persona realista. La gente está viviendo del qué dirán, alucinan, prefieren andar ropa de marca a tener una cama cómoda para dormir tranquilos. Deben hacer las cosas animados, trabajar con energía, no gastar su dinero en alcohol y ponerlo antes que la comida de la familia, auto analizarnos y ver si lo que hacemos vamos a vivir toda la vida. Podría dejarle mi hijo a su papá, hermanos e irme a bailar, pero ya senté cabeza, es momento de dejar de pensar que una foto que genera 1000 likes en Facebook, Twitter o Instagram, de eso no vas a vivir. Yo viviré de mi trabajo y esfuerzo.
¿Entonces la invitación es que se eduquen?
Mi invitación a los jóvenes es: Edúquense, respeten, respeten al adulto mayor, ayudar a los ancianos, si hay una mujer embarazada, ceder el lugar para que este cómoda, retomar valores, no ver de menos a los padres porque no son tan tecnológicos, los padres no deben minimizarse. Las apariencias no lo es todo, porque yo he estado en mi mejor momento físicamente y no tener dinero ni nada para comer. Si no trabajo, no prospero. Jóvenes: deben dejar de culpar a los demás, dejar de ser haraganes y hacerse valer por sí mismos. Si tienen una preferencia sexual la mantengan. La vida está llena de tropiezos y piedras, uno decide si caerse con ellas o construir un edificio que te hará crecer. ¡Eso!