Esta es una de esas historias que te llegan directito al corazón y al alma; dos abuelitos catrachos, don Irene Miranda y doña Valeria Rodríguez llevan más de 3o años viviendo en una casa que se está cayendo a pedazos y apenas tienen unas cuantas láminas.
Ellos dos viven en la comunidad de El Matazano , La Iguala, en el departamento de Lempira, con su pequeña nieta.
Cuatro palos como columnas una pared que día a día se viene a bajo, un techo al que le hacen falta muchas láminas y las que están ya han sido consumidas por el óxido; son la única protección que tienen para sobrevivir a la intemperie.
Pese a eso, y que su único alimento la mayoría de las veces es una tortilla con sal, ellos aseguran que la pobreza no es motivo para darse por vencido y ser infeliz.
Esto no les quita la sonrisa de la cara y el deseo que algún día puedan tener su propia casa.
Si desea ayudarles de algún modo se puede comunicar al numero 96538371
Fuente: GRT Canal 31