Henry Gómez: “Acepto que cometí una ligereza”

II de II partes.

 

En la primera parte, Henry Gómez dio su versión de cómo fue a dar a la cárcel y juró que solo cambió unos cheques por 605 mil lempiras y que se los dio a la ex administradora del Seguro Social. “No tomé un solo peso”, aseguró. En esta segunda y última parte de la entrevista, el conocido periodista del programa LOS INTOCABLES recuerda el día en que fue capturado a punta de metralleta y de su experiencia en la cárcel.

 

¿Teme por su vida?

No. En lo absoluto. Aquí en este país todos tememos por nuestra vida, no solo los que hemos estado en la cárcel. Cualquiera, aquí salimos y cada minuto es un terror horrible.

Además, algo importante, no tengo enemigos. Podría decir que hice 400 amigos más.

¡Muy bien, luego tocamos ese tema! ¿Ha recibido amenazas?

En lo absoluto. Nunca.

Hablemos de su etapa en la cárcel. Don Henry. Empecemos con el momento en que lo arrestan. ¿Qué sintió?

Horrible. Fue una escena de película. Dos carros, uno se me paró enfrente, se bajaron dos personas con ametralladoras. Uno venía con su arma, me tocó el vidrio del carro, me bajaron. Una cosa de película.

¿Era necesario que lo arrestaran así?

Realmente no sé, ellos hacen su trabajo. Es más, soy amigo de los que me capturaron, nos hicimos amigo.

Dios ha estado conmigo en todo momento. Fue una escena fea, el hecho de que le pongan las esposas y los grilletes, es la situación más difícil que una persona puede vivir, una persona honesta, pues uno que jamás piensa ir a la cárcel.

Jamás piensa estar dentro de un ambiente como tal. Hay un impacto.

¿Cuántos días estuvo preso?

Estuve 51 días y 14 horas. En la cárcel uno cuenta los segundos, los minutos y las horas y los días.

¿Qué comía? ¿Dónde dormia?

Soy vegetariano y todo el mundo me pregunta qué hacía para comer. Desde el primer día que llegué a la cárcel tuve ángeles (así les llamo yo), amigos que yo no conocía que me asistieron.

¿Esos son los 400 amigos que me mencionó antes?

¡Sí! Cuatrocientos y un poquito más.

¿Me podría hablar de ellos?

Hay muchas personas que cometen errores. Como yo cometí una ligereza. Pero allá adentro, nosotros, o por lo menos yo, aprendí lo que es la verdadera amistad.

Estábamos un día en una de las celdas y habíamos 19 personas, un solo plato de comida. Por lo menos 14 o 15 personas comieron de ese plato. Todos se reparten.

El dolor de unos es el dolor de otros. Uno ve la verdadera humanidad por las condiciones en las que estamos.

Estamos dentro de una cárcel. Pudo haber sido un asesino en serie, un violador, pudo haber sido un narcotraficante, un extorsionador, un lavador de activos, o los que estamos ahí acusados por eso. Porque debo de hacer un alto.

Hay muchos que son inocentes, muchísimos, alto porcentaje de inocencia. Lamentablemente la justicia de nuestro país le cuesta decidir.

Hay un muchacho en cárcel por 210 Lempiras. Está preso. Uno dice “¿Cómo es posible que este caballero esté aquí por 210 pesos?”.

HENNRY GOMEZ_RADIOHOUSE (29)

¿Conoció a Kevin Solórzano?

Totalmente.

¿Qué piensa de él?

Un gran amigo.

¿Es inocente?

Solo la justicia lo va a decidir.

¿Lloró mientras estuvo preso? Don Henry.

Tres días.

¿Seguidos?

¡Consecutivos!

¿Qué sentía?

Le preguntaba a Dios “¿Qué estoy haciendo aquí?”

Dios después me dio la respuesta.

Necesitaba hacer un cambio en mi vida. No porque robaba o era lavador de activo, sino un cambio personal, interior, encontrarme con mi familia, encontrarme con algunos amigos que me fueron a ver.

Aborrecer totalmente el resentimiento.

¿Qué amigos lo fueron a ver?

Me fue a ver: Alberto Avilés, Yanuario Paz, José Interiano y Carlos Padilla. Son los cuatro colegas que me fueron a ver.

¿Cómo define lo que vivió?

Yo fui a la universidad. Y estuve todo el tiempo en la universidad. He viajado por casi todo el mundo cubriendo partidos con gente de todo tipo.

La última vez, estuve junto a Pelé viendo un partido entre Argentina y Suiza.

La última Copa del Rey, estuve a dos metros de donde estaba el Rey de España viendo el partido, comí con el Rey en el VIP. Muchas otras experiencias que he pasado a través de estos años como periodista deportivo.

Pero jamás, durante todo ese tiempo, pude aprender lo que en 51 días aprendí en la cárcel: solidaridad, disciplina, respeto.

Adaptarse a dormir en un lugar que no se lo recomiendo a nadie. Todo este tipo de cosas lo aprendí ahí. En 51 días y le agradezco a Dios por ello.

HENNRY GOMEZ_RADIOHOUSE (3)

¿Qué hacía en la Penitenciaria? ¿Qué funciones desempeñaba?

¡Esa es una pregunta sumamente interesante!

Uno de los mayores problemas de la Penitenciaria Nacional es el ocio. Y el ocio lo consume a la persona. La mayor parte de los que estamos ahí, no hallamos que hacer. Uno tiene que buscar.

Hay un campeonato de fútbol y yo era el entrenador de un equipo. Del Boca Juniors.

Todos los martes durante estuve ahí, les brindaba charlas de motivación, muchas charlas. Algunas relacionadas con el futbol.

Organicé un torneo de damero también. Una cosa muy bonita. Hicimos algo interesante con más de 100 personas.

¿Qué usaban como fichas?

Las chapas de los botes. Ya no son de metal como antes.

Estábamos por organizar un torneo de ajedrez. El punto es darle un poquito de actividad al privado de libertad. Creo que se puede.

Debería de poner atención el gobierno y además había acordado en algún momento, afortunadamente salí, pero habíamos arreglado con el encargado de los que hacen las tortillas. Se producen 60 mil tortillas diarias, entonces, había pedido trabajo y ya me habían dado trabajo.

Iba aprender hacer tortillas, lógicamente en una máquina.

Uno tiene que ocupar el tiempo de alguna manera tiene que ocupar. De alguna manera también me dedicaba a servicios de consejería algunos muchachos jóvenes que uno se queda sorprendido, con 18 años y tienen una pena de 26 años. Cosas de esa naturaleza que impactan sumamente al ser humano.

¿Le cambió la vida?

¡Totalmente!

Primero: Conocí a Jesús, aunque yo era adventista de hace 40 años, pero ahí conocí al verdadero. Aquel que reparte comida, aquel que no tiene cepillo de dientes y otro tiene dos, se lo comparte, se lo regala; aquel que tiene la necesidad de un bote o una bolsa con agua un lo comparte.

El hecho de tener una hermandad genuina. Lo aprende en ese lugar.

¿Ese será el Henry Gómez que vamos a conocer de ahora en adelante?

Le pido a Dios no cambiar. Le pido profundamente a Dios no cambiar.

Aprendí algo también, no juzgar antes de tiempo, nosotros, los periodistas, tenemos la tendencia a juzgar y ese concepto se lo trasladamos al público, entonces el público se hace concesiones y empieza a decir: “Este es ladrón, porque aquel lo dijo”.

Un colega escribió que el programa Los Intocables del Fútbol ya no existía y siempre estuvo al aire. No por voluntad nuestra, sino por voluntad de Dios.

 

Yo era uno de los que pensaba que jamás iba a estar en la cárcel… y pasé por allí.

HENNRY GOMEZ_RADIOHOUSE (24)

¿Cómo lo trataban las autoridades dentro de la PC?

Debo decir que sin tener ningún privilegio. Me trataban muy bien.

Tuve la oportunidad de hablar con el director del Penitenciaria Nacional, el coronel César Augusto Nájera, entablamos una relación de pláticas de las necesidades que hay allá adentro. Del compromiso que debe de haber en una persona como él, que maneja gente, con todo respeto para mis compañeros, que no es normal. Porque no somos normales los que estamos allá adentro.

Estar en una cárcel es para personas que cometieron errores y no es fácil, se juega con la vida, literalmente, se juega con la vida.

El coronel ha recibido mucha sabiduría del Señor.

Voy a decir algo, seré imprudente. Antes que yo llegara a la cárcel, a la Penitenciaria de Támara, había personas en condiciones similares a las mías, que eran empresarios, periodistas, que tenían que pagar 80 mil lempiras o más para que lo protegieran, para que no los extorsionaran o los mataran. O algo por el estilo.

Desde que el coronel llegó, eso se terminó. Espero, porque las personas no son eternas en un cargo, que cuando el salga se siga manteniendo eso. Debe ser tomado muy en cuenta por el gobierno.

¿Están presos los verdaderos culpables que destruyeron el Seguro Social?

Creo que hay algunos.

¿Quiere dejar un mensaje final para los familiares de las victimas del Seguro, para la sociedad y como periodista deportivo?

Uno, es doloroso. Porque yo conozco todo, pero por mi condición no lo puedo hablar, que sean las autoridades los que investiguen. Doloroso, doloroso.

Dos. Las personas que tienen un cargo público o las personas que hacen negocios con el Estado de Honduras, deberían darse cuenta que tarde o temprano Dios les va a cobrar lo malo que hacen. Está bien marcado.

Yo no me justifico, no me voy a justificar, acepto que cometí una ligereza. Indirectamente participé, que no me beneficié económicamente, es muy claro. Uno debe de tener en cuenta cuando alguien no está haciendo algo bien hay que denunciarlo y detenerlo.

Porque la Biblia lo dice en el Antiguo Testamento: “Cuando hay gobernadores que manejan a un pueblo y le hace daño al final lo termina pagando duro, con crisis, no solo de él, sino de la familia”. Ojala lo lleguemos a entender en un país tan corrupto como el que tenemos.

Le agradezco su tiempo Don Henry.

¡Muchas gracias a RadioHouse! ¡A usted! Generalmente juzgamos y así somos los seres humanos.

Me dijo mi hija el día que salí: “Padre, lo veo bien raro”. Es cierto, a pesar de que estuve poco tiempo, el readaptarse. Cuando venía a Tegucigalpa venia en un bus cerrado con mallas como celdas. Y el pasar por algunas calles causaba impacto en mí. Ahora andar en el carro, bajarme donde yo quiera, no tiene precio. Es como volver a nacer.

Gracias a usted. Gracias a los que aún creen en nosotros y a los que no creen, con el tiempo se van a dar cuenta. Uno paga por sus errores, por sus ligerezas, por inocencia. A Jesús lo juzgaron también siendo inocente.

¡Muchas gracias de verdad!