La Marimba vivió un repaso por la historia en la hermosa Fortaleza de San Fernando ubicada en Omoa, departamento de Cortés. A manos de Julio Quezada (nuestro guía) aprendimos muchos datos interesantes que compartiremos con ustedes, el primero:
Omoa Significado:
En el pasado Omoa recibía el nombre ‘Cumali’ puesto por el dialecto indígena, que era el mismo nombre que utilizaban para la olla (utensilio de cocina), es cuando los españoles vienen a este municipio que aprenden a hablar el idioma, cambian el nombre y lo pasan a ‘Camoa’ en español y en 1752 se decide cambiarlo otra vez por el nombre de ‘Omoa’ que significa utensilio de cocina que era una olla de barro.
Imponente se levanta el fuerte de San Fernando un lugar de historia y cultura que resguardaba los secretos más grandes de los españoles de la época, sus tesoros más preciados como lo eran el oro, la plata, el tabaco y el cacao.
Fue en 1759 que el Rey de España, Fernando VI decidió construir un fuerte para establecer un puerto libre de peligro de potencias como Portugal, Francia, Holanda e Inglaterra en la costa norte de Honduras, un mes antes de empezarse la construcción el Rey murió y todo quedó en manos de su hermano Carlos III Rey de Nápoles.
Más tarde se viviría una disputa por el escudo que representaría la fortaleza, Carlos quería que fuera con el nombre de él pero en las normativas de esos tiempos estaba plasmado que aquel que había mandado a hacer la construcción debía poner su escudo en frente de ella.
Es tiempo después que el Conde de Barcelona Don Juán de Borbón realiza la donación del escudo que ahora veríamos en la fortaleza, una réplica del original que está en Madrid España, con el nombre de Fernando VI.
Un fuerte construido a base de arrecife coralino, que más tarde sería una combinación de materiales de argamasa (Mezcla de diversos materiales como cal, arena y resina de árbol).
Ellos sabían que eventualmente el mar pegaría en la fortaleza y qué mejor que ser construida con materiales que se encontraba en él, finalmente se tardaron 16 años en construirla con el objetivo de que defendería a Omoa del enemigo.
España se ve obligada a tener que construir puertos defensivos en tierra firme para protegerse de la piratería en esos tiempos, utilizan cañones que pesan entre 2,500, 4,000 y 6,000 libras el más grande, para proteger el mar y la tierra. Una bola de cañón rompía el barco y lo hundía en el mar ya que eran de madera, las bolas de cañón pesaban entre: 12, 18 y 24 libras.
88 años después de la independencia, Honduras seguiría utilizando las bolas de cañón, debido a que en 1909 Honduras utilizaba la fortaleza como una prisión, las bolas de cañón eran empleadas para amarrar a los pies del prisionero, impidiéndoles moverse ya que el peso era de por lo menos 55 libras cada una.
Un dato sumamente curioso es que en Honduras se les llamó a estas bolas de cañón: Grillete.
En Estados Unidos: Ball and Chain
En Canadá: Blackberry por el parecido a la fruta mora negra.
Por ello que el teléfono celular se llamara BlackBerry ya que era el primer teléfono con una tecnología muy avanzada y ellos sabían que encadenaría a la gente de igual manera que lo hicieron las cadenas de sus antepasados.
La arquitectura de la fortaleza es otra de las cosas que nos dejó admirados, Julio Quezada guía en el fuerte nos contaba que para su construcción se basaba en arquitectura romana con arcos de medio punto y que la fortaleza solo tenía tres paredes formando un triángulo si lo veías desde arriba, ayudando a la mejor visibilidad hacia el mar, listos para algún ataque enemigo.
Entre las habitaciones que se ven, pudimos encontrar la de los gobernadores quienes tenían en el privilegio de tener un espacio grande para ellos solos, también contaban con una cocina individual, tenían incluso una persona que probaba la comida y el vino, por si alguien lo envenenaba, moría primero el catador.
Sin duda alguna el recorrido fue de conocimiento, desde el Museo dentro de la Fortaleza hasta el interior de ella, sus habitaciones y objetos. La sorpresa fue grata y al darnos cuenta que el mantenimiento que han tenido con la Fortaleza ha sido minuciosa, nos alegramos bastante, pues vemos cómo se conserva la historia en el país.
Si vas a Omoa, tenés que visitar el Fuerte de San Fernando, un espacio para aprender y admirar.