Hay tantas creencias acerca del origen del inicio de la vida que no se a cuál de todas creer. Si, por lógica, somos seres que con el tiempo hemos evolucionado.
Así lo demuestran un grupo de científicos españoles e indios que han logrado concluir en un estudio publicado en la revista: “Nature Genetics” que nuestros antepasados se cruzaron en el camino con una especie desconocida cuya huella aún puede encontrarse en el genoma de los habitantes de las islas indias de Andamán, situados cerca de las costas del continente asiático.
Para dicho estudio, los genetistas analizaron el genoma de 70 indios, 10 de ellos provenían del archipiélago de Andamán. Para determinar el origen de sus genes, resulta que son muy parecidos al resto de la humanidad, genéticamente hablando.
Por su baja estatura, tez oscura y pelo demasiado rizado; una teoría sostenía que eran descendientes de un grupo distinto al de los humanos que partieron de África hace unos 60 mil años para poblar el resto del planeta y del cual descendemos todos los Homo sapiens.
Lo más sorprendente del estudio es que el genoma de los pobladores de Andamán, contiene fragmentos que no corresponden a los de ningún humano actual. Según los investigadores, se trata de los restos del genoma de un antecesor extinto con el que los Homo sapiens se cruzaron y tuvieron descendencia. La identidad de este homínido se desconoce aún a ciencia cierta.
Alan Cooper, investigador de la Universidad de Adelaida, Australia, opina que este estudio apoya que solo hubo una salida de África, hace unos 60 mil años, la existencia de este cruce refuerza la posibilidad que el Homo erectus sobreviviera hasta unos 60 mil años. Según Alan, esta especie pudo haber sido la protagonista del cruce.
Ahora solo queda identificar qué efectos presenta en los humanos este tipo de ADN desconocido aún. Queda mucho trabajo para tomar conclusiones.