No son muertos los que están ordenados en fila en la acera de la calle que paradójicamente se llama: Calle La Salud. Son los parientes de los internos del Hospital Escuela Universitario.
La foto habla por sí sola, las condiciones económicas no da para más y la gente para no volver hasta su casa en el interior del país o en lugares en los alrededores de Tegucigalpa, prefieren quedarse a dormir en las afueras del HEU.
Después de las 10 de la noche ya se puede observar cómo se acuestan cerca unos de otros para hacer un poco de calor y no congelarse con las bajas temperaturas que se registran en estos días.
Unos se tapan con una toalla, otros llevan gorro y colchas para protegerse del sereno y del viento helado que circula a altas horas de la noche.
La Alcaldía Municipal o el mismo Hospital Escuela deberían crear un lugar donde estas personas puedan dormir bajo techo y en una cama.
Quizá nos lee alguien de buen corazón y decide tomar cartas en el asunto, así se ayuda a las personas que se quedan durmiendo en la calle a la espera de que sus familiares mejoren de salud.