El Teatro Nacional Manuel Bonilla es una de las bellezas con la que cuenta el centro de la capital. Con 103 años de historia fascinante -que muy pocos conocen, y me incluyo-, es la casa de la cultural de la capital. Una pequeña joya que aún brilla a pesar de la indiferencia de la población.
Llegué al Teatro y me encontré con casa llena porque justo el Proyecto Coral estaba presentando una obra a diferentes colegios.
Aproveché para sentarme y disfrutar de la obra y de lo bonito que se ve lleno de risas y de entusiasmo. Luego me atendió la directora del Teatro, Ana Gómez, y me empezó a explicar varias cosas.
¿Hace cuánto tiempo está el Teatro Nacional Manuel Bonilla?
El Teatro Manuel Bonilla surgió a través de una iniciativa que tuvo un grupo de personas en el año 1905.
¿La idea siempre era hacer un Teatro?
La idea era hacer un Coliseum para celebrar el centenario de El Quijote de la Mancha y pues surgió la idea de Froylán Turcios, Agusto C. Coello, Rómulo E. Durón y Carlos Hatling, ellos fueron hablar con quien era precedente en ese tiempo: el general Manuel Bonilla.
¿Dónde lo pensaban hacer?
En un inicio lo iban hacer donde ahorita esta el mercado La Isla, pero hubo una inundación y se llevó todo las cimientes, luego de eso hubo problemas políticos y Manuel Bonilla tuvo que salir del país y se fue para Guatemala.
En Guatemala se hospedó en un hotel de un ingeniero catalán que se llamaba Cristóbal Prat y le dijo que cuando regresara a Honduras iban a construir varios edificios.
Manuel Bonilla regresa y ahí es donde ya comienza la construcción del Teatro, donde actualmente se encuentra, antes acá se llamaba Barrio La Moncada y ahora se llama Barrio Abajo.
¿El diseño de este Teatro?
Es la copia de un teatro parisino; quien hizo la construcción fue el ingeniero Carlos Prat, y el diseño interior de un pintor muy famoso en ese tiempo, que era el hondureño Carlos Zúniga Figueroa.
En ese tiempo se realizó un fresco en la parte de arriba del escenario que eran los viajes de Cristóbal Colón y había medallones, compositores internacionales que estaban en auge en ese momento, también se mantenía lo que era los ángeles y el diseño era en color dorado el corinto y el blanco hueso y el blanco antiguo.
¿Con qué más contaba el Teatro en aquellos años?
También contaba con un telón de boca que era un paisaje de todo lo que era el Barrio Abajo.
¿Entonces no fue en 1905 que lo inauguraron?
No, en 1905 solo surgió la idea, pero fue el 15 de septiembre de 1915 que ya lo inauguraron y lo hicieron con una fiesta que la amenizó una marimba.
¿Y el nombre fue por ego del presidente o por algo en especial?
Fue porque Manuel Bonilla fallece y quien hace la inauguración fue el general Bertrand.
¿Cuántas restauraciones ha tenido el Teatro?
Pues ha tenido varias, pero la más invasiva fue entre los años 30 y 40 que eliminaron las fachadas y columnas grecorromanas por la que está actualmente y todos los medallones se perdieron.
¿De qué ha servido el Teatro aparte de las obras?
Ha servido para cine y en su tiempo en sesiones del Congreso Nacional, en la guerra de El Salvador era zona de refugiados.
¿De un 100 por ciento cuánto se conserva el Teatro Manuel Bonilla?
Pues de los 30 para acá se trata de mantener un 98 por ciento, se mantienen los colores, en la infraestructura no ha tenido ningún cambio y el escenario sigue teniendo la misma fachada, claro, se hacen cambios de madera; el techo es cien por ciento original
¿La última restauración, qué hicieron?
Fue una gestión con la embajada de Colombia, se cambiaron alfombras, hicieron 80 sillas de los palcos nuevas, repararon las sillas de los palcos, se colocó también colchas en las graderías para que fuera más cómoda, se trabajó el aire acondicionado también.
¿La capacidad del Teatro?
Es de 700 personas y se dividen en 315 la platea, 150 en los palcos que son la segunda y tercera planta y la galería que es la parte más alta del Teatro y también se cuenta con un palco presidencial.
Para realizar un evento en el Teatro Manuel Bonilla ¿qué se tiene que hacer?
Se tiene que hacer una solicitud con un pequeño perfil del proyecto, solamente se permiten actividades del carácter artístico cultural, danza, teatro y música, no se permite certámenes de belleza, actividades religiosas, tampoco políticas y conversatorios.
¿Tiene un costo?
Sí, se tiene que hacer un pago de 5 mil lempiras por el uso de las instalaciones, con audio, iluminación incluida y servicios públicos.
¿Los horarios?
Martes a sábado de 10 de la mañana a 6 de la tarde.
¿Los lunes por qué no?
El teatro pasa muy cargado por actividades y se hicieron ciertos análisis y nos dimos cuenta que ese es el día donde se realiza menores actividades y aprovechamos a darle un respiro.
¿Tienen los actividades todos estos días?
Sí, siempre, ustedes pueden ver la agenda cultural en Teatro Manuel Bonilla
¿En algún futuro se puede agrandar el Teatro?
Por la infraestructura no se le puede hacer aumentos, ni añadirle para que entre más público, el Teatro ya tiene la capacidad en peso de cuánto puede aguantar, además de eso, somos un edificio patrimonial, nos regimos por la UNESCO, Instituto Hondureño de Antropología e Historia, entonces definitivamente sería imposible.
Lo que sí se recomienda es buscar más espacios para hacer un teatro con más salas que permita que se hagan actividades que acá no se pueden hacer, porque definitivamente el país ocupa tener estos espacios.
Fotos: Frank Aguilera.
