El anunció del cambio de formato en nuestra Liga Nacional ha dado mucho de qué hablar, y para quienes no se han enterado del tema, les resumimos los puntos a tomar en cuenta:
- Desaparece la liguilla (Adiós al repechaje y semifinales).
- Siempre se jugarán las vueltas regulares tal y como las conocemos. El líder asegura su lucha directa por el título.
- Al finalizar las vueltas regulares los equipos en los primeros cinco puestos afrontarán una Pentagonal con formato “Todos contra todos” (Cada equipo disputará dos partidos de local y dos como visitante).
- Si el ganador de la Pentagonal es el mismo de las vueltas regulares será coronado Campeonísimo, pero si el ganador de esa etapa es otro club se jugará una gran final entre ambos equipos.
Muchos están de acuerdo con el cambio, pero otros no están del todo convencidos.
Desde mi punto de vista el nuevo formato es positivo, porque se premia de gran manera el liderato, algo que todos sabemos no es fácil de conseguir. Además, ahora cada partido tendrá un alto grado importancia, pues un punto podría hacer la diferencia entre ser campeón o no.
Ahora, revisando algunos datos históricos de la Liga Nacional me he dado cuenta de algo, y esto es lo siguiente:
¡A Olimpia le brillan los ojos!
Como mencioné anteriormente, acabar líder es asegurar la lucha por el título, y si hablamos de terminar en lo más alto de la tabla el equipo blanco es especialista en ello.
A lo largo de la historia el “Viejo León” ha ganado las vueltas regulares en 40 ocasiones, marcando una diferencia abismal con los demás equipos. En ese aspecto le siguen Motagua con apenas 10 lideratos, Real España con nueve y Marathón con seis.
Queda claro que ahora los clubes deben exigirse al máximo cada fin de semana, pues quedarse en la cima solo será un premio para el mejor.
