Por EDWIN CERRATO
Al arribar al Cerro San Juanera de unos 700 metros de alto, La Pampa se divisa como un pueblo acogedor, pero al bajar a la estación principal del Canopy La Campa, por momentos se empieza a sentir cierto temblor en el cuerpo.
No provoca deseos de acercarse ni a la orilla del mirador. Entre la posta inicial que arranca en el Cerro San Juanera y la posta dos que termina en el Cerro Santo Tomás, un cable de acero con capacidad para soportar siete toneladas de peso, se erige entre los más de 500 metros que forman el cañón.
Ni los comentarios de ánimo que hacen los guías, ni las palabras de aliento que regala el alcalde de La Campa, Nery Méndez, quien asegura que ha hecho el recorrido en dos ocasiones, permiten aventurarse a tomar el arnés de seguridad para intentar la travesía que resulta más que entretenida.
EL VIENTO Y LA ADRENALINA
A las 12:00 del mediodía la temperatura en La Campa es de 28 grados centígrados, sin embargo al subir al Cerro San Juanera baja unos dos grados y al hacer el recorrido del primer tramo, la adrenalina sube por todo el cuerpo de la persona, como si se tratase de un hormigueo de pies a cabeza. Tal cual la espuma de un medicamento efervescente.
El viento choca contra el cable y a la mitad del mismo, la posición cambia según la fuerza del viento, permitiendo sentir la altura de los 500 metros, mientras el sonido del choque entre el cable de seguridad y el arnés, simula un silbido que en al aire se vuelve eterno.
El segundo tramo, es igual de extremo. La altura es casi la misma, la longitud es quizá 100 metros menor, pero la adrenalina no deja de fluir por el cuerpo, pese a las indicaciones y palabras de ánimo de los guías.
El tercer tramo no permite caminar entre una estación y la otra y es tan rápido el avance a la misma altura, que apenas queda tiempo para acomodar los implementos de seguridad que se cargan consigo.
El tramo es igual de escalofriante, alto, rápido y el choque del viento contra el cuerpo permite recordar el vuelo de una avioneta, quizá entre unas corrientes de aire turbulentas, pero que entregan una emoción sin comparativos.
TRES RECORRIDOS FELICES
Al iniciar el punto de encuentro para conectar los últimos tres tramos, la altura del cañón ha variado a menos de 300 metros, el pueblo se divisa a un costado y el cuarto cable ya representa menos temor a la hora de afrontar la travesía y la tranquilidad de efectuar el viaje con la facilidad de ya no sentir el efecto “efervescente” de la adrenalina recorriendo el cuerpo.
El penúltimo intervalo es el más extenso, pero representa el sentimiento de casi haber cumplido el objetivo aventurero, los casi 700 metros representan un viaje a poca altura, con el aire haciendo la travesía un poco más costosa, antes de caer al sexto y último cable en el que un peñón hace difícil el trayecto, pero permite considerar el Canopy como una de las experiencias extremas más emocionantes del planeta.
El último trecho cae atrás de la Iglesia San Matías, tras efectuar una intensa aventura que sólo se puede realizar en La Campa, con la seguridad y el cuidado que requiere el Canopy más extremo del mundo y que espera por miles de visitantes.
Claro está, al bajar del Canopy en la última estación, los nervios del aventurero se han vuelto resistentes a las alturas, las piernas ya no flaquean como al inicio de la experiencia… y el valor para intentarlo de nuevo, se queda entre un sí de la emoción que pide otro paso y el no de recordar los primeros tramos de expedición. Sin embargo, esta belleza es única en Centroamérica y sólo es posible en La Campa. Todo un orgullo.
DEBÉS SABERLO
- El Canopy tiene de extensión 3.6 kilómetros y son seis recorridos, tres de ellos a una altura de más de 500 metros en el Cañón San Matías.
- El valor del Canopy es de 200 lempiras para pobladores locales, 300 para nacionales y 500 lempiras para extranjeros.
- La Municipalidad de La Campa realiza mantenimiento preventivo cada semana, buscando presentar un nivel de seguridad de primer nivel para los visitantes.
- El segundo Canopy más interesante de Centroamérica está en Costa Rica, sin embargo el grado extremo por excelencia lo tiene el de la Campa, por sus recorridos iniciales.
- Es considerado a nivel de Centroamérica como uno de los lugares más representativos del Canopy en la región.
CRITERIOS
“El Canopy es interesante e invitamos a todos a visitarnos para que comprueben como se siente la adrenalina en el aire, es algo indescriptible”. Nery Méndez/alcalde de La Campa
“Es una sensación imposible de describir, cuando iba grabando el recorrido se puede apreciar un paisaje inigualable”. Elvin Navarro/Camarógrafo de TV
“Es difícil describir lo que se siente, lo que sí puedo asegurar es que aquí han venido turistas que lo hacen hasta dos veces para experimentar un deporte más que extremo”. José de Dios Valentín/guía del Canopy La Campa
