Frases como “Se agrandó Chacarita”, “Ya colgó los tenis” y “Tirar la casa por la ventana” no solo tienen una historia relacionada con su surgimiento, sino que también tienen un país de origen en específico.
La primera nació en Argentina, la segunda en Estados Unidos y la tercera en España. Así hay muchos otros ejemplos, y eso nos llevó a preguntarnos: ¿Qué expresión podemos identificar de nuestro país, Honduras?
En definitiva hay muchas, la verdad es que tenemos una forma muy especial de comunicarnos, pero para seguir con la línea de frases que entendemos pero cuyo origen desconocemos, nos centraremos en una que sé que todos hemos dicho o al menos hemos escuchado.
“A llorar a La Dalia”
A llorar a la Dalia! Y Vinicius pa cuando? pic.twitter.com/Jzn7S14dXU
— Azote Katracho (@AKatracho) September 14, 2019
Esta expresión se utiliza en muchos aspectos de la vida, y surge en una conversación cuando alguien se queja de más por X o Y circunstancia, en la mayoría de los casos sin tener razón sobre ello.
En el fútbol es muy popular, principalmente cuando los técnicos después de un partido dan declaraciones intentando justificar una derrota o el hecho de no alcanzar un objetivo. Pero bien, vamos a lo que nos interesa, conocer dónde nació esta frase.
EXPLICACIÓN
Según apunta Honduras is Great y otros portales catrachos, La Dalia es una desaparecida funeraria de los 80’s en Tegucigalpa, en la cual obviamente las personas iban a llorar porque les tocaba despedirse de sus seres queridos.
Dicho negocio estaba ubicado exactamente en el Barrio La Fuente, y el simple hecho de conocer estos detalles de alguna manera le da sentido a la frase como tal, sin embargo al parecer hay algo más escondido.
El detalle es que supuestamente existían las lloronas, un grupo de personas que eran pagadas por la funeraria para llorar muertos ajenos.
En ese sentido la expresión incluso toma más lógica, pues hace alusión a los que iban a la Dalia a llorar a pesar de no estar tristes ni nada por el estilo.
Por eso cuando alguien se queja exageradamente y para otra persona esa queja no tiene fundamento, lo manda “a llorar a La Dalia”.
SIGNIFICADO DE LA FRASE EN LA ACTUALIDAD:
Señala cuando una persona pone excusas de más, por lo que sería un equivalente a “Sin poner quejas”.