Con una inversión de 20.5 millones de lempiras, se ejecutaron 169 proyectos orientados a fortalecer la producción agrícola, mejorar la nutrición y desarrollar infraestructura en comunidades rurales. Estos esfuerzos han permitido a las familias acceder a una alimentación más segura y generar ingresos adicionales.
“La seguridad alimentaria y nutricional es para todos y todas, y se traduce en el acceso a alimentos en todos los sentidos”, afirmó la ministra Suazo, quien subrayó la importancia de garantizar la producción y disponibilidad de alimentos durante todo el año.
Reducción de la vulnerabilidad alimentaria
Gracias a estas acciones, el país logró una reducción del 10% en la vulnerabilidad alimentaria entre 2022 y 2024, según la Clasificación Integrada de las Fases (CIF). El informe refleja que la Inseguridad Alimentaria y Nutricional (INSAN) pasó de un 28% en 2022 a un 18% en agosto de 2024.
Estos avances posicionan a Honduras como un referente en la lucha contra la inseguridad alimentaria, con un enfoque integral que prioriza el acceso, la producción y la sostenibilidad en la alimentación de su población.