El doctor Genaro Aguilar, motivado más por una vocación social que médica, ha sido una figura clave en la lucha contra el cáncer de mama en Honduras. Inspirado por el trabajo de la doctora Flora Duarte, quien llegó al país y notó la falta de atención adecuada para el cáncer debido a los altos costos de tratamiento y a la percepción de esta enfermedad como sinónimo de muerte, decidió unirse a una causa que, en 1987, parecía incierta.
En ese año, la doctora Duarte fundó la Asociación Contra el Cáncer, y el doctor Aguilar se unió al equipo inicialmente con el propósito de educar a la población sobre la prevención del cáncer. Con el tiempo, esta labor se fortaleció y evolucionó hasta la creación del Centro de Cáncer Emma Romero, que hoy en día es un pilar en la atención y prevención de esta enfermedad en Honduras. Con más de 37 años dedicados a esta causa, Genaro Aguilar ha sido fundamental en la construcción de un enfoque progresivo de educación y prevención del cáncer en el país.
El cáncer es una alteración en las células que normalmente son sanas, pero que, por factores externos, su contenido genético se altera y comienza una reprogramación. Esa célula se convierte en una célula mutante que empieza a multiplicarse rápidamente y forma tumores.
Estos tumores malignos son altamente invasivos y pueden invadir tejidos vecinos y, eventualmente, otras partes del cuerpo al viajar a través de la sangre o el sistema linfático. En el caso del cáncer de mama, esto ocurre cuando las células de los lóbulos o conductos mamarios se transforman y comienzan a formar estos tumores.
Según el doctor Genaro Aguilar, el enfoque de la enfermedad ha cambiado, ya que la población más joven ya no cree en mitos como “quien tiene cáncer está condenado”. Hoy saben que, si se detecta a tiempo, el cáncer se cura. Más del 50% de los pacientes se ha curado porque lo detectaron a tiempo y recibieron el tratamiento adecuado.
“Uno de los factores más conocidos y evitables es el tabaco, responsable del 40% de todos los cánceres. A nivel del cáncer de mama, también influyen el sobrepeso, el abuso de alcohol y ciertos factores relacionados con el embarazo. Las mujeres que nunca han tenido hijos o que no amamantaron tienen mayor riesgo. Además, alrededor del 70% de los cánceres de mama son alimentados por hormonas femeninas que también se producen en el tejido graso”, mencionó el doctor Aguilar.
¿Cómo puede una mujer identificar signos de alerta de cáncer de mama?
“Existen signos que no deben pasarse por alto. Uno común es encontrar una masa en el seno. No todas las masas son malignas, pero una masa dura y fija podría serlo. También, si el pezón comienza a retraerse, la piel del seno se pone roja e inflamada, o se encuentra secreción oscura, es motivo de consulta. En la axila, si los ganglios están duros, puede ser indicio de metástasis. La clave está en el autoexamen regular y en acudir al médico si se detectan estas señales”.
El médico recomienda que toda mujer se haga su primera mamografía a los 35 años. Entre los 35 y 40 años, debería hacerse una cada dos años, y luego de los 40, una anual. Esto es importante porque las estadísticas en mujeres latinas muestran una incidencia mayor de cáncer antes de los 50 años.
El optimismo y el apoyo social son fundamentales. Las mujeres que enfrentan el cáncer con una mentalidad positiva, rodeadas de seres queridos y una red de apoyo, tienen mayores posibilidades de sobrevivir. “Hay estudios que muestran que el 80% de las mujeres optimistas sobreviven más de 10 años después del diagnóstico, comparado con solo un 20% en las pesimistas”, agregó Aguilar.
El mensaje es claro: el cáncer se cura, siempre y cuando haya voluntad de vivir y luchar. Es importante confiar en el equipo médico, en la familia y en uno mismo. Cada mujer debe saber que no está sola y que hay una comunidad entera luchando a su lado. La esperanza y la fe son las armas más poderosas en esta batalla.