El 29 de septiembre de 1578, en el corazón de Honduras, se fundó el Real de Minas, villa de San Miguel de Heredia de Tegucigalpa. Hoy, 446 años después, la capital de la República se viste de fiesta, no por la plata que ya no reluce en sus minas, sino por la vida que fluye en sus calles, por los millones de pasos que la recorren cada día, por los sueños que se tejen en cada uno de sus barrios y colonias.
Tegucigalpa ya no es la villa polvorienta que albergó a 40,000 almas cuando fue declarada capital el 10 de octubre de 1880. Ahora, con más de 1.3 millones de habitantes, es un hervidero de historias, de luchas, de pequeñas y grandes victorias cotidianas.
Este año, la ciudad se prepara para un carnaval que promete ser más que un simple festejo. Es un recordatorio de su historia, de su resistencia, de su capacidad para transformarse sin olvidar lo que fue. “Este 2024 queremos destacar el patriotismo, la familia y sobre todo, que somos una ciudad segura. Queremos que las personas puedan divertirse y convivir un momento juntos”, mencionó Sindy Oliva, sub gerente de Turismo de la Alcaldía.
El 28 de septiembre, la ciudad se vestirá de gala para recibir a más de un millón de personas, quienes se mezclarán entre los sonidos de la cumbia, el reggaetón y las risas de los que acudan al evento. “Queremos que las personas puedan divertirse y convivir un momento juntos”, continuó Oliva, con la esperanza de superar las cifras del 2023, cuando 800,000 personas se unieron a la celebración. Este año, el reto es alcanzar y superar el millón.
Este espacio se desplegará en todo su esplendor con la presencia de 200 vendedores artesanales y más de 1,500 efectivos de la Comisión Nacional de Prevención en Movilizaciones Masivas (CONAPREMM), aparte de los policías que trabajan con la comuna.
- Cierre de calles y programas
Los preparativos incluyen el cierre de 22 puntos viales para dar paso a la alegría, mientras el carnaval se extenderá por más de tres kilómetros del bulevar Suyapa, desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras hasta el desvío del bulevar Centroamérica. Los pasos vehiculares quedarán clausurados por tres días, desde la medianoche del 26, y no será hasta el 30 de septiembre, a las 6:00 de la tarde, que volverán a la normalidad.
Entre las actividades destacadas para el domingo 29 está la misa especial al santo patrono de Tegucigalpa, que se hará desde el mercado San Miguel hasta la iglesia de La Merced, en el centro de la capital. Por la noche, el Cerro Juana Laínez promete sorprender con un espectacular show de luces que iluminará el cielo, aludiendo a que la historia y la modernidad pueden coexistir.
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