El museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula, exhibe por primera vez a la Venus de Currusté, la cual es una extraña escultura de barro encontrada en el Parque Arqueológico Currusté, San Pedro Sula, el cual, según investigaciones, podría tratarse de la representación de una médica o sacerdotisa.
La figura fue descubierta por la doctora Jeanne Lopiparo en 2007, junto a un grupo de arqueólogos estadounidenses de la universidad de California en Berkeley, sorprendiendo a la comunidad e investigadores por su rareza y simbolismo.
Esta pieza data de los años 700 a 950 DC, durante el apogeo de las artesanías hondureñas en el asentamiento prehispánico y desde su descubrimiento , ha estado en un extenso proceso de restauración a cargo del Taller de Cerámica del Instituto Hondureño de Antropología e Historia.
Esta era un incensario figura ancestral, trabajada en barro, la cual muestra a una mujer de 1.5 metros de algo, con el torso descubierto, con un objeto colgante, de la cual los investigadores suponen que es piel de reptil, además de portar una falda larga con dos bolsas en cada lado y en la espalda un bulto amarrado con cuerdas.
Doris Sandoval, restauradora del museo de Antropología e Historia, invitó a los hondureños a visitar la exposición y disfrutar de la riqueza histórica y cultural del Valle de Sula, el cual presentará esta escultura de manera temporal, en un horario de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
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