La esgrima es uno de los deportes más antiguos y elegantes del mundo. Ha evolucionado durante los años, convirtiéndose en una disciplina olímpica de precisión y estrategia. Originada en las técnicas de combate con espada, sable y florete, su historia se entrelaza con la evolución de la civilización, reflejando cambios sociales y tecnológicos.
Desde su inclusión en los Juegos Olímpicos modernos en 1896, la esgrima ha cautivado a audiencias globales, destacando por su combinación única de agilidad, velocidad y destreza mental. Este deporte, regido por un conjunto riguroso de reglas, ofrece un fascinante vistazo a la interacción entre tradición y modernidad en el ámbito deportivo.
El hondureño, Víctor Moreno, es uno de los deportistas que practican este deporte en la Villa Olímpica y mencionó que entrena hace más de un año. Desde el inicio le apasionó este deporte y se dio cuenta de que tenía potencial. La meta del hondureño es seguir mejorando, para llegar al equipo nacional y competir internacionalmente con el objetivo de poner en alto el nombre de Honduras.
Moreno detalló: “Practicamos cuatro días a la semana, dos horas, los lunes, miércoles, jueves y sábado. Desde el inicio me gustó este deporte y me di cuenta de que tenía potencial, entonces seguí perfeccionando todo. Mi meta es seguir mejorando todo lo posible y llegar al equipo nacional y competir internacionalmente”. La esgrima en Honduras se divide por clubes: en Tegucigalpa existe el club olímpico, el club de Oriente representada por El Paraíso y Danli y otro en Choluteca.
Este es un deporte olímpico de larga tradición y demuestra su presencia en el programa olímpico desde los primeros Juegos Olímpicos modernos, celebrados en Atenas en 1896. En la actualidad, hombres y mujeres compiten en eventos individuales y por equipos. Anteriormente, el florete era la única prueba de la esgrima femenina, factor que se mantuvo hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, cuando se añadió la espada femenina. A su vez, el sable femenino se sumó al programa en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
En la esgrima, dos competidores, cada uno con un arma en una mano, se enfrentan para golpear a su rival en una zona del cuerpo válida. Las reglas difieren según el tipo de arma utilizada. Hay 12 eventos de la esgrima olímpica con tres tipos diferentes de armas: florete, espada y sable.
Los golpes realizados con la punta, el filo o el dorso de la hoja se consideran válidos en el sable, en el que la zona de objetivo del cuerpo abarca todo el torso por encima de la cintura, así como la cabeza y los brazos. En la espada y el florete, los atletas solo puntúan cuando golpean a su rival con la punta de su arma. En la espada, la zona objetivo contempla todo el cuerpo, desde la máscara hasta los pies, mientras que, en el florete, la zona objetivo es únicamente el tronco (torso, hombros y cuello).
El primer esgrimista que alcance los 15 puntos o que consiga la mayor cantidad de puntos al término de tres asaltos de tres minutos cada uno, gana el combate. En la esgrima por equipos, se lleva el triunfo, el primer conjunto que consiga 45 puntos o aquel que se sitúe en la cabeza del duelo cuando se acabe el tiempo.
En conclusión, la esgrima es mucho más que un deporte élite; es una disciplina que combina estrategia, agilidad y precisión. Su popularidad ha crecido debido al aumento de clubes y academias dedicadas a su enseñanza. Este deporte no solo mejora la condición física, sino que también fomenta valores como el respeto, la concentración y la toma de decisiones rápidas. Así, la esgrima se consolida como una opción atractiva tanto para jóvenes como para adultos que buscan una actividad deportiva completa y enriquecedora.