Shin Fujiyama completó su ruta de Tegucigalpa, donde logró superar los 250 kilómetros desde San Pedro Sula, hasta el Centro Educativo Experimental de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras(UNAH).
El japonés de corazón catracho, no solo hizo historia, sino que traerá alegría a más de 238 niños que estudian en el centro de estudio de los empleados que mantienen en condiciones a la UNAH y superó su meta de 2 millones de lempiras.
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Sin duda, Fujiyama es alguien que, en sus 20 años en Honduras, ha presentado una lucha para poder apoyar a este país de 5 estrellas, pero que sin discusión ha demostrado que él es alguien de 10, y Honduras se lo hizo saber tras qué decenas de personas lo ovacionaron entre aplausos y gritos que con cariño le recibieron.
“Gracias a tantas personas que agradecer. La lista no termina, son miles, millones de personas que se han unido a este proyecto”, mencionó Shin para todos en la meta.
Un trayecto de 13 días sin parar prácticamente, superando las dificultades, corriendo hasta el colapso, soportando las recaídas y luchando hasta con su propio cuerpo, pero que con cada paso que le acompañó, no se dio por vencido.
Indufesa, Carlos Espina, Farma Fácil, el pueblo hondureño, entre muchos otros más, apoyaron con sus donativos, que permitirán a Shin ir más allá de la 70 y lograr su meta de construir no solo 1,000 escuelas en Honduras, pues también apoyar los sueños de miles de niños catrachos.