Ubicado a 45 minutos de la ciudad de San Pedro Sula, se encuentra un municipio del Occidente de Honduras, específicamente en perteneciente al departamento de los “pate plumas”. Trinidad es uno de esos pequeños pueblos con gente y cultura de encanto, que tenés que visitar.
Fundado en el año 1794, por un asentamiento de criollos procedentes de Chiquimula, Guatemala. En ese mismo año, el 14 de mayo, se instaló una municipalidad, pero no fue hasta el 18 de marzo de 1926, que se le otorgó la categoría de ciudad.
Inicialmente, se le había bautizado con el nombre de “Vallecito de la Trinidad” haciendo alusión a la santa trinidad de la biblia. Se atribuye el hecho a que este “valle” prosperara, al clima fresco y las excelentes condiciones para el cultivo y ganadería.
Hoy en día, la Iglesia Católica, que fue construida en el siglo XVII, ahora es una de las principales atracciones. Cuenta la historia, que una cruz de ocote fino, fue instalada frente a la iglesia.
Aunque le parezca inusual, a los visitantes les interesa visitar el cementerio ubicado en la montaña, en el que se encuentran interesantes mausoleos y tumbas de los primeros pobladores, quienes eran extranjeros.
Entre sus tradiciones, se encuentra su fiesta patronal, que toma lugar 8 semanas de Semana Santa. Si visitas al inicio del mes de diciembre, no te podés perder las famosas chimeneas gigantes de Trinidad. Visitá este bello pueblo y probá su gastronomía y rico café.
