El autismo es un tema importante que debe ser comprendido y apoyado en Honduras. Para tales fines, nació la Fundación para el Tratamiento del Trastorno del Espectro en Adultos de Honduras (Funteah), que vela para dar un acompañamiento a esos jóvenes y adultos autistas, y también prepara a padres y demás familiares para que sepan como apoyar.
Funteah fue creada en 2018 luego de una asamblea constitutiva en donde muchos padres, que se conocían desde hace más de 25 años, hicieron la unión para dar vida a este gran proyecto. No obstante, en 1997 apareció la Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (Apo-autis), aunque no se dio abasto con tanto caso.
Cabe señalar que fue hasta febrero del año 2020 que obtuvieron su personalidad jurídica, un mes después llegó el encierro por la pandemia del COVID-19, la cual, vino a dar una crisis en algunos pacientes, ya que, ellos se ven perjudicados cuando su rutina se estropea.
Marta Suazo es quien preside la fundación y nos acompañó en RadioHouse para hablarnos acerca de cómo trabajan y sobre quienes se ven beneficiados de esta gran iniciativa. Como primer punto, con mucho entusiasmo nos dejó en claro que podíamos llamarle por ‘Marthy’. Con ella llegaron Diego Hidalgo, padre de Noel Hidalgo, un adulto autista con capacidades extraordinarias.
Marthy señaló que en estos años ha avanzado un poco el país en cuánto a conocer del tema, pero no es suficiente. Por si no lo sabés, el autismo tiene tres grados que son el leve, moderado y severo, en el caso de Diego su autismo es leve.
La intervención temprana hace que se pueda hacer un mejor trabajo con el paciente, sin importar su grado. Lo anterior lo decimos porque Marthy tiene un hijo con un grado severo y, distinto a lo que la gente podría creer, él con paciencia y amor aprendió a hacer cosas como ayudar con las bolsas del supermercado, botar la basura y hasta ayudar a hacer jugos en los que solo se necesite batir.
Marcos Diogenes es el nombre del varón con quien Marthy tuvo que atravesar toda una odisea cuando se detectó su autismo. En los noventa, muchos médicos se negaban a tratar el caso, hoy hay un poco más de empatía, pero siempre hay casos en los que hay una negligencia.
Don Joel también tuvo que pasar por varias circunstancias, pero su hijo hoy está a las puertas de graduarse como diseñador gráfico gracias al apoyo de Centro Asesor para el Desarrollo de los Recursos Humanos (Caderh), además, es un apasionado por la escritura, a tal punto que un libro se encuentra en revisión para ser publicado, mostrando que nada es imposible para ellos. De igual modo, le gusta dibujar y nos mostró parte de esos, mismos que acompañarán al libro.
“Yo tengo tres años de estar terminando mi libro, Diego lleva como cinco, entonces el escritor de la familia es él, no yo”, dijo con orgullo Joel. Diego tiene un grado moderado, o grado dos, pero, como señalamos anteriormente, ha logrado seguir adelante desde los ocho años de edad, cuando se le diagnosticó, pero esto no fuera posible sin el acompañamiento necesario por parte de la familia y de algunas gestiones que hace Funteah, como para estudios.
“La escritura me entretiene más y me ayuda a desestresarme”, nos dijo Diego sin ningún problema para expresarse y con una alegría con la que nos irradiaba en la entrevista, pese a que estábamos hablando a problemas que afrontan en la sociedad hondureña.
Los avances que quiere lograr Funteah es en la inclusión, por ejemplo, en las Pruebas de Admisión de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en donde los adultos autistas ven complicaciones en aprobar porque no hay una asistencia para ellos. Dicho sea de paso, los sistemas educativos carecen de preparación para tratar a alguien con autismo, quien aprende, pero distinto al resto, y eso requiere de un nivel de capacidad muy alto en el maestro.
Siempre hablando de la inclusión, en los trabajos a veces no hay puestos para ellos y, según contó don Joel, ha visto casos en los que no les pagan, aprovechándose de la inocencia que los adultos autistas tienen.
Por otro lado, Marthy mostró preocupación porque todavía no hay previsión social para las personas con autismo, entonces cuando un familiar ya no esté presente, el adulto autista no tendría quien le cuide y eso es lo que busca la fundación, que el Estado otorgue ese servicio.
“Hace falta mucho recorrido, pero realmente se han dado pasos agigantados en el proceso, de tal manera que nosotros nos sentimos cómodos; somos parte de una familia”, expresó Joel en cuanto a todo lo que ha logrado la fundación en su primer año.
Cada 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, fecha en la que se busca informar más a la población. Como meta a futuro, Funteah busca tener su espacio físico para atender, por lo cual, si alguien quiere prestar un espacio amplio, será bienvenido por parte de la fundación.
“Necesitamos voluntariados de psicólogos, educadores especiales, pediatras, fisioterapeutas, entrenadores físicos, odontólogos. Si alguien quiere donar, tenemos cuenta en BAC número 748373331, estamos abiertos a recibir donaciones”, fueron parte de algunas de las muchas cosas que nos mencionó que necesitan. ¡Si está en tus manos, apoya con un granito de arena!