A 15 kilómetros de la ciudad La Ceiba, permanece una comunidad de la etnia garífuna, en una aldea que es considerada como zona de amortiguamiento del Parque Nacional Nombre de Dios. Esta comunidad, como muchas que se encuentran frente a la línea costera de nuestra tierra, comparten las mismas prácticas culturales y gastronómicas.
Según registros históricos, los garífunas llegaron a tierras hondureñas cuando fueron expulsados de la isla de San Vicente en el año 1797. Sambo Creek se fundó específicamente cuando Mariano Valerio, procedente de Cayos Cochinos, llegó a estas tierras y se dio a la tarea de repartirlas a quienes ayudaban a edificar chozas de manaca.
Un sitio muy atractivo para turistas extranjeros y visitantes nacionales por sus playas de arena blanca. Aquí también se mantiene palpable la herencia africana a través de su gastronomía, música, baile, lengua y costumbre. Celebran su feria anual, durante el mes de junio, en la que realizan presentaciones de danza tradicional, juegos, desfiles y tardes culturales.
La gastronomía de este grupo es muy reconocida, siendo esta a base de pescado y mariscos, yuca y coco. Para los visitantes, pasar una tarde en la playa degustando un delicioso plato garífuna, es el mejor plan para pasar las vacaciones.
A pesar de su reducida área, el sitio ofrece hoteles, bares y restaurantes y centros turísticos. Contiene un alto valor cultural en el que puede compartir con sus habitantes sobre esta herencia garífuna que se mantiene de generación a generación. Si deseas visitar, desde La Ceiba, te diriges hacia el municipio de Jutiapa y 5 kilómetros delante de Corozal, se encuentra el desvío a la entrada de este bello lugar.