Si no has ido a Pulhapanzak, tenés que hacerlo lo más pronto posible. Con una caída de 43 metros de altura, esta es una de las cataratas más hermosas en el país por sus aguas cristalinas y por el paisaje natural que le rodea.
Este lugar icónico queda en San Buenaventura, departamento de Cortés; algunos le conocen como Pulha. Su nombre proviene de la lengua náhuatl y significa “Agua Blanca”, sin embargo, hay quienes opinan que el término proviene de lenguajes indígenas nativos y significa “Río de Agua Blanca”, “Caída de Agua” o “Rebalse Río Blanco”.
Y si creés que solo es ir a ver la cascadas, estás equivocado porque podés hacer otras cosas más. Para el caso, en el lugar podés contratar a guías turísticos, quienes te esperan para hablarte de la historia de los restos arqueológicos que se han encontrado en el denominado sitio Arqueológico Pulhapanzak, mismos que se cree pertenecieron a una antigua cultura antecesora a la de los mayas.
De igual forma, se pueden apreciar los antiguos senderos de piedra que conducen desde la plaza principal hasta las pozas que forman el río Lindo, siendo una evidencia de como los antepasados aprovecharon al máximo el agua del lugar.
El acceso a la catarata tiene un valor de 80 lempiras, adultos, mientras que para los niños el precio establecido es de 70. Y si te gusta ver las estrellas, también existe la posibilidad de acampar dentro de la zona, para hacerlo se debe de pagar 160 lempiras por persona.
Otras actividades que se pueden realizar en el sitio turístico es lanzarse en el asombroso canopy con esa hermosa vista de la cascada, solamente tiene un precio de 550 lempiras y son varios cables los que están a tu disposición. La administración ofrece también diferentes tours para los turistas que deseen tener la información más completa de todo el entorno que rodea Pulhapanzak.
Por mencionar alguno, uno de esos tour consiste en pasar por detrás de la caída de agua de Pulhapanzak, una experiencia asombrosa, en la que, escucharemos el golpe del agua tan fuerte que ni siquiera podremos escucharnos al hablar. ¡Tenés que vivirlo!
Del mismo modo, también podemos andar en kayak, siendo esta una experiencia inolvidable y para quienes desean quedarse en la noche, se localizan cerca unas cabañas donde las personas se pueden quedar durmiendo, eso sí, hacé la reservación con anticipación. Los precios varían según cuantas personas lleguen, para el caso, a una pareja se le cobra 140 dólares y si el grupo es de seis personas, el valor queda en 260 dólares, con cena incluida.
Para llegar, si vivís en San Pedro Sula, debes tomar la carretera al pueblo de río Lindo y de allí a San Buenaventura. Y si vas desde Tegucigalpa, solamente tenés que dirigirte hasta el final del Lago de Yojoa y después tomar el desvío a mano izquierda rumbo a Peña Blanca, desde aquí son 17 kilómetros hasta llegar a la aldea de San Buenaventura.
¿Y vos creías que solo era ir por la foto junto a la cascada? Ya viste que hay mucho por hacer. Y si andas con tiempo, el rico pescadito del Lago de Yojoa te espera. ¡Disfruta Honduras!
