En una bonita mañana en la capital, aunque algo calurosa, platicamos con un beisbolista que recientemente logró medalla de plata junto a la Selección Nacional de Honduras, quien muy amablemente compartió con nosotros en el mítico Estadio Chochi Sosa de la Villa Olímpica.
Originario de la capital, Denis Díaz (28) es un beisbolista que destaca en el país. El pitcher estuvo recientemente en el campeonato centroamericano que se llevó a cabo en Nicaragua, donde Honduras logró medalla de plata, un logro que no se daba desde 1997, cuando se llegó a ganar bronce.
“Siempre estuve ligado a los deportes. A los cuatro años comencé a jugar fútbol; vengo de una familia futbolera. Eventualmente, comencé a jugar béisbol a los ocho años y medio, y después con los años comencé a jugar voleibol y mi madre me decía, “estás en todo y no vas a estar en nada nunca”, ja, ja, ja”, recordó.
Cabe señalar que los tíos de Denis fueron quienes fundar el club Troya que destacó hace muchos años en la capital dentro de la Liga Nacional. Además, entre risas, contó que hasta quiso practicar basquetbol, pero decidió no hacerlo, pese a tener una gran altura con 1.92 metros.
Díaz ha sido legionario también, ya que, cuando tenía 17 años de edad firmó con los Azulejos de Toronto, Canadá un contrato de siete años, posteriormente, llegó a Nicaragua, pero no continuó allá debido a la pandemia del Covid-19, teniendo que regresarse a nuestro país.
“Después de haber jugado en varios lados, jugar a nivel centroamericano en una liga profesional nunca lo creí, no creí que ellos estuvieran a ese nivel. Y bueno, ahorita se está viendo, Nicaragua está participando en el Clásico Mundial de Béisbol”, señaló, argumentando cómo se valora al deporte en el hermano país de Nicaragua.
En ese sentido, Denis reparte su tiempo al deporte y a trabajar en un medio de comunicación, siempre tocando temas deportivos, algo que, por ejemplo, en Nicaragua no vivió porque en este país el atleta vive del deporte que practica y no tiene necesidad de ser profesional en otro rubro.
¿Qué le gusta más del béisbol?
“Competir. Creo que soy un competidor ya por naturaleza y me gusta ganar. Al momento de lanzar, cuando la pelota está en mis manos, tengo el poder de lo que esa pelotita puede hacer, lo que puedo lograr con ella”, mencionó.
Denis nos mencionó que no comenzó siendo pitcher, o lanzador, él inició jugando en tercera base y también fue catcher, o receptor, pero sus entrenadores siempre vieron la gran fuerza que tenía en su brazo derecho. Fue hasta en sus últimos años en la Liga Júnior en Tegucigalpa que su entrenador, Marco Amaya, decidió probarlo como lanzador, posición en la que se mantiene hasta hoy.
No es desconocimiento de nadie que practicar un deporte distinto en Honduras es un verdadero reto, por el poco apoyo con el que se cuenta, pero los hondureños siempre buscan la manera de destacar, pese a ello. “Es complicado por la cuestión de apoyo, había viajes que no hicimos en el pasado por cuestiones económicas y no podíamos mostrar el gran talento que hay en Honduras”, lamentó.
Mauricio Dubón, Jorge Zavala (estuvo en Atlanta con Los Bravos), Lombardo Padilla (MVP Centroamericano) y Rolando Castro (estuvo con Los Piratas de Pittsburgh), son de la misma generación de Díaz. En ese sentido, le entristece ver que no todos alcanzaron la gloria en el extranjero, pero su alegría desborda por Dubón, quien se convirtió en el primer hondureño en ganar la Serie Mundial con Los Astros de Houston.
“Yo firmo en enero del 2013 y él es ‘draftqueado’ (traspasado, en términos de béisbol en EEUU) en junio del 2013 también con los Medias Rojas de Boston. Con Mauro compartimos muchas selecciones juntas, somos de la misma edad y el triunfo de él se sintió en todo el deporte hondureño”, mencionó.
Mientras avanzábamos con la plática, teníamos de frente el diamante del Chochi Sosa, por eso decidimos preguntarle a Denis que si pudiera describir con una palabra este estadio con cuál sería. Hubo unos cuantos segundos de silencio, a tal modo que se oía con claridad los rociadores bañando con agua la grama, el hondureño se quedó viendo el terreno que tanto le ha dado y luego de dar un suspiro, nos respondió.
“¡Hasta se me eriza la piel! Creo que una palabra se quedaría corta, pero sería pasión. Aquí me he lesionado, he sufrido, he llorado, he sangrado, pero, sobre todo, he sido feliz porque todo lo vivido en este campo me ha hecho feliz y puedo decir que a mis 28 años este estadio me ha dado las alegrías más grandes y las tristezas también”, expresó.
Medalla de Plata
Hacía 38 años que una selección de béisbol hondureña no llegaba a una final de un Torneo Centroamericano y estos muchachos barrieron con Guatemala, El Salvador y Costa Rica, mostrando la capacidad que posee el atleta hondureño. En 1997 se había logrado bronce. Y, pese a no ganar oro en esta ocasión, no es motivo de tristeza, ya que, se perdió ante Nicaragua, país que es de los mejores en esa disciplina junto a Panamá, selección que no participó por viajar al Clásico Mundial de Béisbol 2023.
“Se conformó un grupo de jugadores comprometidos, que era lo que hacía falta en selecciones anteriores, también compromiso de la directiva, del cuerpo técnico y se hizo un proceso que pese a que no fue extenso en comparación a otras selecciones, fue algo lindo”, comentó.
Denis tuvo la oportunidad de lanzar en una entrada contra Costa Rica para cerrar el juego (6-1) y en el último juego ante Nicaragua empezó casi al inicio. “Yo me reía porque antes del partido yo molestando le dije a unos de mis compañeros, “hoy vuelve el Denis que tira duro”, en son de broma. Gracias a Dios pude lanzar como en los viejos tiempos”, enfatizó.
De este modo, Denis es un hondureño que enorgullece al país por como pone corazón a la práctica de este deporte y como alza la bandera siempre que sale de estas tierras. Para terminar, Denis Díaz envió un mensaje a todos aquellos que quieren y sueñan con jugar béisbol en Honduras.
“Hay dos cosas que siempre están en mi cabeza, uno, los sueños son para cumplirse en cualquier deporte que estén y, segundo, manténganse hambrientos, cuando uno tiene hambre busca comer y en el deporte es igual; hambriento de ser mejor”, pormenorizó.