Una parte de la vida en donde la mujer termina de desarrollar a un nivel admirable sus capacidades es cuando se convierte en madre, haciendo todo por sacar adelante a su familia y más todavía cuando no se cuenta con el respaldo de un padre en la casa. Por eso, en esta Semana de la Mujer Hondureña, nos adentramos hasta Comayagüela para conocer una de muchas historias que hay en este punto de la capital.
Fue así que dimos hasta donde, doña Alma Ramos, una hondureña que, además de ser madre, se convirtió en una emprendedora y hoy, gracias a su esfuerzo y al acompañamiento de Dios, cuenta con sus negocios en la zona de los mercados.
“Ya tengo como 12 años de estar constituida”, nos comienza contando con mucha emoción, aunque, desde hacía mucho tiempo ya se dedicaba a vender cositas sin tener un espacio físico para hacerlo como ahora en Plaza La Norteña.
Accesorios para dama y caballero son los que se pueden encontrar en dos de sus quioscos, teniendo a la venta artículos hechos de plata, acero inoxidable o enchape, dependiendo del gusto y capacidad de pago por parte del cliente, además de las famosas billeteras y fajas de cuero para los hombres.
Por otro lado, su otro quiosco es de venta de licuados, punto de referencia para quienes buscan comenzar la mañana con un rico vaso de proteína o simplemente para aquellos que gustan de un rico y refrescante licuado en cualquier momento del día. “Nos conocemos como una de las mejores granitas de café, también por el sabor de la granita de mora y la piña colada”, nos explica muy contenta.
Aunque nos comenta que iniciar con estos proyectos no fue nada fácil, pero “con la ayuda de Dios, todo se puede”. Cabe señalar que antes, básicamente su trabajo era desde casa, haciendo venta de comida y productos al por menor que fueran adquiridos tanto por caballero como para dama.
¿Pero de dónde surge ese deseo de ser emprendedora? Fue la interrogante que le plantemos, a lo que ella, sin titubear, nos menciona a tres mujeres, su tía, su mamá y su abuela, a quien con mucho cariño le llama “mamiabuela”. “Fueron personas luchadoras. Por como las veía, desde los siete años ya me gustaba ponerme el delantal y salir a vender, ja, ja, ja”, recordó mientras se reía de ese momento.
Ramos es originaria de Camasca, Intibucá, no obstante, para cuando decidió estudiar en secundaria, se vino a vivir a Tegucigalpa, ciudad en donde se quedó viviendo hasta en la actualidad junto a sus hijos.
Gracias a todo esto, fue como logró sacar adelante a sus tres hijos, quienes se encuentran estudiando para convertirse en grandes hombres. No obstante, nos asegura que el camino para triunfar, se encuentra en la fortaleza en lo espiritual. “¡Sin Dios no somos nada! Es el único que nos da fuerza, pero sí tenemos que, como mujeres, como madres, como esposas, como amigas, como emprendedoras, digo que, todo es posible”, nos mantiene con mucho optimismo.
Hoy ya no es de asombrarse ver a una mujer siendo la líder de una empresa o negocio, y ese “es un cambio espectacular”, bajo los ojos de la señora Ramos, quien es el vivo ejemplo de como ahora las hondureñas no temen en tener sus propios emprendimientos para luego volverse empresarias.
“No necesitamos tener un hombre para poder liderar un hogar o una empresa, la mujer puede salir adelante. Tenemos esa actitud de superación y eso es muy importante”, subrayó la hondureña. Y acerca de imaginar hace mucho tiempo atrás, verse en donde hoy está, no era algo fácil, de hecho, al preguntársele, sus ojos se llenan de brillo, seguramente por recordar todas las barreras que ha superado para llegar a ser quien es ahora.
Y el 2020 fue un periodo difícil que, afortunadamente, logró zafarse, gracias a una buena administración, factor de que “depende cada negocio”. Para ese entonces, nos relata doña Alma que para cuando era su día de circulación aprovechaba para vender a través de redes sociales, ya que, la gente no salía mucho por miedo a contagiarse del COVID-19, sin embargo, sus clientes siempre estuvieron ahí deseando comprarle alguno de sus productos en algún momento.
Nos gustó mucho ver que una meta se cumple, pero inmediatamente aparece una nueva para ella. En ese sentido, espera a futuro expandir su negocio y llegar a otras partes de la ciudad. “Mi idea es emprender como mayorista”, agregó, en respuesta sobre sus metas a mediano plazo.
Su sueño es una realidad y gracias a su crecimiento también significa el sustento de otras familias, puesto que, son cinco personas que trabajan con ella, a quienes definió como muy serviciales al momento de atender y tenerlos trabajando a su lado “es una bendición”.
“Aquellas mujeres que creen que quedarse solas con sus hijos es difícil, no es difícil porque yo soy madre de tres hijos y yo ahí estoy; todo se puede. Cuando uno quiere, puede, siempre poniendo las cosas en mano de Dios”, fue el mensaje que le dejó a todas las mujeres en Honduras.
Si un día andas por Plaza La Norteña, sus quioscos se ubican cerca de los elevadores en la primera planta. Solo pregunta por Alma a cualquier guardia y ya sabrá de quién le hablas, si no, solo di que vas a Marsy Accesorios y por Licuados y Más, donde te atenderán de la mejor forma.