La industria del cine en Honduras está apenas empezando a emerger, y en los últimos años ha aumentado la cantidad de proyectos que se producen cada año en tierra nacional. Y aunque ha habido una pausa debido a la pandemia, no se puede negar que son cada vez más profesionales de estudios de cine. Contamos con escritores, actores, directores de arte, sonidistas y fotógrafos.
Aquí, y en el resto del mundo, el cine ha sido mayormente dominado por hombres. Durante una producción se da una colaboración de varios departamentos y oficios, algunos considerados trabajos físicos que requieren fuerza. Mientras que los puestos que la mujer ha estado desempeñando son los alineados con estereotipos como vestuarista, maquillaje, servicio de comidas y diseñadora de set. Es admirable considerar que jóvenes mujeres se atrevan a llenar otros roles.
Este es el caso, de Nohely Barahona, directora de fotografía y colorista quien no teme alzar un cámara el doble de su tamaño. Nos da un recorrido por su carrera de casi 10 años. Cuándo fue el momento exacto que decidió convertirse en cinematógrafa y como, a pesar de los muchos obstáculos, no se rindió en contar para Netflix la historia de la primera mujer diputada de nuestro país.
“Es muy loco, es que es demasiado loco”, expresa mientras cuenta como su mamá asegura ella desde que era estudiante en colegio católico, uno de sus educadores le preguntó “¿Qué quiere ser?” y una joven Nohely respondió, “Yo quiero ser fotógrafa”. Mientras cursaba su carrera universitaria, era voluntaria en el Centro Avanzado de Medios del instituto universitario que atendía, aquí aprovechó la oportunidad para familiarizarse con las cámaras. “Era bien nerd”, se describió, “me ponía a leer los manuales de las cámaras, cuando llevaban nuevo equipo me leía los manuales”, agregó y nos contó que ella considera ser esa experiencia que la convenció de perseguir una carrera profesional en el que manejara una cámara de filmación.
Poco después de haberse graduado de la carrera de producción audiovisual, colaboró en producciones nacionales, como “Un Lugar en el Caribe”, “El Paletero” y “Morazán”, que ella considera estar entre las producciones más grandes que se han hecho en Honduras. Sin embargo, la aspirante cineasta era contratada y acreditada en los roles de asistente de producción y asistente de dirección, mientras admiraba a los directores de fotografía “sobre todo a David Estrada (…), siempre lo miraba a él diciéndole -algún día voy a estar yo en cámara, algún día-”.
Barahona envió su solicitud para estudiar en la Escuela Internacional de Cine y TV (EICTV) en Cuba. Recuerda cómo envío un reel o carrete, que es un montaje de fragmentos de proyectos en su filmografía, y además, muestras de grabaciones como principiante. “A veces agarraba una cámara y grababa algo”, explica. Cuenta como presentó estos videos para reforzar en su solicitud la expresión de su deseo por educarse en la carrera de dirección de fotografía. Fue una de las seleccionadas entre 268 personas de 27 países diferentes.
Llegó el 5 de septiembre de 2017 a un país extranjero, con una cultura diferente y eso conllevaba algunas dificultades. Ella se denomina vegetariana y relata que fue difícil acoplar su dieta en este país. “Yo comía cine”, dice entre risas, asegurando que estaba cumpliendo su meta de aprendizaje. En 2020 Nohely se gradúa de la carrera como directora de fotografía, en compañía de otras cuatro compañeras que se convertirían en la primera promoción de cinematógrafas graduadas de esta escuela.
“Yo dirección nunca, porque a mí lo que me gustaba era tratar de entender visualmente cómo funcionaban las cosas”, expresa Nohely, sin embargo, irónicamente el proyecto por el que ha adquirido un poco más de reconocimiento entre el gremio de cineastas, es en el que se sentó en la silla de directora. En 2020, recientemente titulada, la ahora profesional de cine, se desempeñaba finalmente en el departamento de dirección fotografía en anuncios publicitarios para el Centro Universitario Tecnológico (Ceutec) y más predominantemente, orquestó el área técnica de cámaras durante la visita televisada de Bill Clinton en la Universidad Nacional Tecnológica Centroamericana (Unitec).
Gracias a eso, llamó la atención de una de las personas responsables de estar en búsqueda de un joven cineasta para un proyecto misterioso de una productora internacional. Los requisitos eran que tuviera menos de 30 años, dado que la premisa del argumento era la interacción entre un joven visionario y un personaje mayor de 70 con historias de vida por contar. En Honduras se contó la historia de Austra Bertha Flores, conocida como “Mamá Bertha” para el tercer episodio de la serie documental “Historias de una Generación – Con el Papa Francisco”.
Una vez establecido el contacto, Nohely se convierte en la líder de la preparación e investigación de esta historia, donde los productores de Netlix Italia, requerían del conocimiento de ella en el departamento de fotografía, de igual manera como directora.
Nos relata que durante el scouting, o visita de exploración, a una locación para grabar, ella y su equipo sufrieron un accidente cuando se explotó un neumático del vehículo, lo que provocó que el conductor virara de manera abrupta y diera tres vueltas en el aire. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad y no transcendió a mayores. Esta ocurrencia además de diferentes factores hacía que se dificultara la preparación para poder filmar el relato de Mamá Bertha. Finalmente, después de muchos meses de lucha de convencer a los productores de incluir esta historia, Nohely y su equipo pudieron concretar la filmación. El 25 de diciembre del 2021 se estrenó esta serie documental, y puede ver el episodio “La Lucha” aquí.
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Entre sus habilidades se le puede agregar el de educadora. Nohely pertenece a la Colectiva de Cineastas Hondureñas, que, en colaboración con el Centro Cultural de España, han graduado tres generaciones de la Escuela de Cine con enfoque de género “Una Mirada Propia”. “En los espacios (de cine) donde son mixtos, por decirlo de alguna manera, (…) no hay mucha oportunidad (para la mujer)”. Barahona explica que a la mujer que quiere crear cine se les encasilla en estereotipos, por lo que, gracias a la colectiva, se ha creado un espacio seguro para las aspirantes cineastas.
Actualmente, Nohely cuenta con 10 años de experiencias, con una filmografía de casi tres decenas de proyectos, como directora de fotografía y colorista. Puntualizó que trabaja con producciones en Centroamérica, México, Perú y Estados Unidos. Y en su más reciente proyecto nacional en colaboración con productores de Estados Unidos, es en el departamento de fotografía segunda unidad, With this Light, documental de Sor Maria Rosa Leggol, de la directora hondureña, Laura Bermúdez.
“Por muy difícil que sea, y aquí viene mi lado cursi, hay que amar. Creo que el amor es todo, el amor por todas las cosas, el amor al cine, el amor a la familia (…) y siento que es una de las cosas que nos hacen únicas, que nosotras amamos sin tener que ocultarlo”, fue el mensaje que nos dejó la talentosa cinematógrafa.
