Al sur del departamento de Lempira se encuentra el municipio de La Virtud. Este pueblo se encuentra próximo a la línea fronteriza con nuestra hermana república de El Salvador. Su fundación en 1775, este municipio histórico recibe su nombre debido a un enigma que aloja sus alrededores.
Dentro de una cueva de seis metros de profundidad, ubicada en la aldea Los Hernández, que pertenece a La Virtud y se encuentra a tan solo cuatro kilómetros, existe una abertura de la que emana un misterioso líquido viscoso que se observa en las paredes y que, según los que han visitado este sitio, tiene la consistencia, el color e incluso el olor de la sangre. Esta última característica, siendo una condenatoria, dando a que la han descrito con un olor fétido, propio de sangre que ha reposado por varios días.
En años anteriores, la fluidez de este enigmático líquido era aún mayor, tanto así que corría desde la cueva hasta derramarse al Río Gualcuquin, que se encuentra justo enfrente de esta cavidad rocosa. Ciertas criaturas de rapiña permanecen en cercanías, y murciélagos blancos y larvas de gusano habitan dentro de la gruta.
El río Gualcuquin sirve de delimitación entre nuestro país y El Salvador. Anteriormente, esta cueva pertenecía dentro de territorio hondureño, sin embargo, debido a las nuevas delimitaciones, ahora este pasó a ser parte del país vecino.
Según pobladores de las aldeas y del municipio principal, han sido muchas las personas con interés científico de alrededor del mundo, que ha explorado este sitio y tomad evidencia de esta sustancia para poder ser analizada, sin embargo, los resultados han sido inconclusos. Si deseas ver por ti mismo este inexplicable fenómeno, poder visitar el municipio en el que alguno de los pobladores se puede ofrecer de guía ¿Conocía este misterio en Honduras?