En un pequeño fragmento en medio de un bosque de pinos, destacan irónicamente por su altura, o este caso, la falta de ella, se encuentran una variedad de árboles de tamaño diminuto, esta particularidad ha hecho que sea conocido como “el bosque enano” en la Esperanza, departamento de Intibucá.
Pelo de Ángel, Pata de Venado, Cerezo y Acacia, son ejemplares de estos pequeños árboles que pueden ser visualizados. Estas últimas pueden ser encontrados en otras partes del mundo en su tamaño convencional, sin embargo, en esta formación, las acacias miden tan solo 30 cm. Entre las curiosas características que comparten estos ejemplares es el hecho que crecen de manera horizontal y con abundante musgo y no sobrepasan más de medio metro de altura.
De acuerdo a algunos expertos, estas formaciones reúnen las condiciones para ser ecosistemas, por lo que llamarle bosque es acertado. Se observan en sus cercanías cactus que crecen sobre rocas y varias hierbas anuales que aparecen durante la temporada de lluvias. Asimismo, estos mini-ecosistemas pueden albergar fauna como pequeños anfibios y reptiles, mamíferos como los zorros que merodean alrededor, y se avistan ciertas especies de aves.
¿Cuál es la razón de esta rareza natural?
Han surgido varias hipótesis para dar explicación a este fenómeno. Esto puede ser causa de la combinación de varios factores ambientales e intervención humana. Ambientalistas han concluido que una da las razones más influyente es porque el suelo en donde crecen esta particular flora, es deficiente en nutrientes, causando su limitado crecimiento.
En riesgo de desaparecer
Algunos individuos se dan el atrevimiento de extraer estos arbustos para poder venderlos a visitantes o amantes de las plantas. Esto ha puesto en estado de vulnerabilidad al bosque pigmeo, y debido a eso, los habitantes y autoridades de La Esperanza, Intibucá, buscan protección ambiental. ¡Cuidemos la naturaleza!