Esta nota será llamando a la reflexión, con un poco de indignación y enojo. Por muchos años hemos reiterado lo mucho que nos cuesta tener lugares bonitos para poder visitar, y lastimosamente todo lo bueno que hemos venido construyendo lo estamos dañando.
Este fin de semana, la página oficial de dicho destino turístico dio a conocer que varios senderos y árboles fueron dañados y tendrán que trabajar en ellos, cerrando por un día, gracias al mal comportamiento que varios turistas le dieron al lugar.
El complejo turístico “Laberinto de Cipreses” Surge hace más de 3 años, como un proyecto turístico único en el país. El laberinto está construido con más de 2,886 árboles de cipreses, convirtiéndose en el único laberinto de Honduras y el más grande a nivel de Centroamérica.
El laberinto de cipreses, está ubicado en el km 60 de la carretera CA-5 en la aldea de Flores, del Municipio Villa de San Antonio, Comayagua, y ha sido visitado por cientos de personas que buscan destinos nuevos para poder visitar junto a sus familias.
¿Cuál es la necesidad de dañar las cosas bonitas que tenemos? Caigamos en cuenta que somos un país hermoso, con lugares inigualables, siendo envidia de varios países por todos los parajes que destacan en todo Honduras.
Es por eso, que les incentivamos en todo momento a cuidar cada sitio que visitan. Recojamos nuestra basura, no destruyamos, y respetemos a las demás personas en cada visita que hagamos.
Hagamos turismo interno y aportemos tomándonos bonitas fotografías y apoyando a los microempresarios de la zona, ya que ellos viven de eso, siendo el turista su primer cliente, motivándolo a seguir haciendo todo lo que hace por esa zona.