Luego de 365 días con buenos y malos momentos, el mundo despide el año con mucho fervor, unos deseando que la suerte les siga acompañando para el siguiente y otros para olvidar los malos momentos de este, varias tradiciones adornan la celebración de Año Nuevo desde el 31 de diciembre.
Las familias en Honduras, esperan con ansias este día en cierta parte, por la quema del “muñeco de año viejo” o “monigote”, desde los más pequeños hasta los mayores, una tradición que es bien recibida por los catrachos, que, según sus voces, es para “quemar” todas las cosas malas que pueden llegar al nuevo año.
No se necesita de mucha lógica para armar tu muñeco, nada más necesitas ropa vieja que no utilices y bordarlo de sus huecos, pues se rellena con aserrín, cartón, y de la manera más común, papel periódico, va de la mano, que muchos recolectan una ayuda para poder economizar la pólvora, el monigote puede ser de distintos personajes como políticos, deportistas, artistas o de una persona cualquiera ¡Eso es lo divertido!
Cuando falta poco para que el reloj marque las 00:00 del 1 de enero, se empieza a alistar el muñeco para introducirle la pólvora que irá por dentro, luego se coloca en un lugar abierto (recomendado) y se llena de gas, para que, al ser el momento exacto, tirar un fósforo y que suene y reviente, quemando todo lo negativo que trajo el año actual.
Esta tradición enmarcada de alegría y tristeza, también se festeja en muchos países de Latinoamérica como México, Colombia, Uruguay, El Salvador, Perú, Argentina, Nicaragua, pero eso sí, no en todos los países tiene el mismo significado, cada uno tiene su contexto.
Respecto a su origen, a ciencia cierta, no se sabe quién fue el país pionero de esta costumbre de fin de año, pero al parecer, viene de los indígenas americanos, que estaban reprimidos por los españoles y en forma de protesta, realizaron estos muñecos usando caras blancas con ojos de color verde o azul.
Asimismo, se pide que las personas tengan total precaución con esta actividad, pues la quema de pólvora es muy peligroso, que no debe estar al alcance de los niños, así que, seamos cuidadosos y evitemos una mala experiencia para recibir el Año nuevo de la mejor manera.