Hay tantas costumbres y tradiciones que se celebran en diciembre, que para muchas personas es difícil escoger cuál es la que quieren hacer o la que le dará los resultados que desean, por otro lado, están aquellos que optan por realizarlas todas sin falta, cada fin de año.
Y una que no puede faltar el 31 de diciembre aparte de las 12 uvas, es el brindis, puesto que muchas personas tienen la esperanza que con él, se cumplan todos los deseos que anhela su corazón, y que se puedan hacer realidad las metas propuestas para el Año Nuevo.
¿Cómo nace el brindis?
Existen muchas versiones, pero en la mayoría de ellas se cree que este gesto data desde hace muchos años, en el tiempo en el que los griegos lo hacían como una muestra de confianza en las reuniones importantes, y en donde el anfitrión mostraba su confianza con los invitados.
Según otras historias, también se tiene la creencia que las altas clases organizaban sus reuniones, con lujosos banquetes en los que solo asistían los miembros de la clase privilegiada, y los criados servían la bebida, para que posteriormente el anfitrión alzara la copa y demostrara que aquel líquido no tenía veneno.
Fue así como esta tradición ha ido tomando una gran fuerza con el paso del tiempo, y se volvió común en las celebraciones de cualquier índole, sobre todo en las de Año Nuevo, con distintas variaciones como el choque entre las dos copas, o simplemente alzar el brazo con ella sujeta a la mano.
Se debe realizar a Medianoche
La llegada del Año Nuevo nos llena de emoción, y de ganas de cumplir con los propósitos que no se hicieron realidad en el año viejo, es por este motivo que, a medianoche del 31 de diciembre, todo aquel que desee pedir algo, debe hacer su brindis acompañado de un discurso en el que expresa todo lo que quiere para su vida.
Hay personas que deciden tomar su bebida de forma rápida, pues creen que de esta forma sus deseos se cumplirán en la mayor brevedad posible, mientras que hay otros que optan por hacerlo despacio, ya que, consideran que el efecto será el mismo.
Generalmente, este brindis se realiza con sidra, champán o el vino que sea de la preferencia de la gente, entre los que destacan el blanco, tinto o rosado, aunque al final termina siendo una opción personal y depende del gusto de la gente.
Lo más significativo de esta tradición, es hacerla al lado de las personas que amamos, y cerrar esa etapa en el calendario para comenzar una nueva con diferentes propósitos, o como una manera de agradecimiento por todo lo que la vida les concedió en los últimos meses.
Y aunque algunas personas no son partidarias en hacer este tipo de cosas, ya que lo toman como una superstición, es una tradición que se lleva a cabo en una gran parte de los países del mundo en muchas familias, y la cual esperan con muchas ansias para comenzar el próximo año con pie derecho.