Ya se han cumplido tres años desde que apareció el virus del COVID-19, a gran parte de la población mundial le dio al menos una vez, y a unos pocos todavía no les ha llegado la infección, sin embargo, varias vacunas han salido para de alguna manera contrarrestar la letalidad, pero el virus sigue mutando, obligan a crear nuevos mecanismos, como las vacunas bivalentes.
Estas vacunas están diseñadas para contrarrestar dos tipos diferentes de COVID-19. Y es que, Ómicron ha sido la mutación que más problemas ha presentado, generando variantes que anulan casi en su totalidad las vacunas que se había desarrollado años atrás.
Cabe recalcar que hasta ahora las únicas vacunas bivalentes que han sido aprobadas para su uso en humanos son las vacunas, Moderna Spikevax y Pfizer-BioNTech Comirnaty COVID-19. Ambas poseen la proteína Spike, presente en las variantes iniciales de la infección, y para las mutaciones Ómicron con sus subvariantes BA.4 y BA.5, es así que contrarrestan casi en su totalidad la letalidad del coronavirus.
En Honduras se necesitan alrededor de un millón de estas vacunas, mismas que, según la Secretaría de Salud, se solicitaron desde el pasado mes de septiembre. Es importante resaltar que estas solo son aplicables para las personas que tienen su primer y segundo refuerzo (como decir tercer y cuarta dosis).