El alza de la temperatura, el arrastre de algunos microorganismos, mala calidad del aire, alergias y otras afectaciones en la salud son algunas consecuencias que trae consigo el polvo del Sahara, fenómenos que actualmente se encuentra en Honduras.
Y es que, según el Comité Permanente de Contingencias (Copeco), hay presencia de hasta 150 microgramos por metro cúbico en el aire. Esto puede provocar muchos malestares en nuestro organismo, como ser la irritación en garganta y mucosas, que, en mal momento, se puede confundir con COVID-19, además, provoca resequedad en la piel.
Para evitar estos efectos, debemos seguir algunas indicaciones. Quienes padezcan de enfermedades respiratorias crónicas, adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, se recomienda que utilicen mascarillas al momento de salir de sus hogares, esto te protege del polvo y también del COVID-19, recuerda que todavía estamos en pandemia. Otra opción es utilizar pañuelos húmedos y para la resequedad en la piel, se debe aplicar crema humectante.
De igual manera, se aconseja la utilización de anteojos para proteger los ojos, así lograremos proteger la mayor parte de nuestra cara. En caso de sentir molestias en los ojos, hay que enjuagarlos con abundante agua; no hacerlo con las manos sucias. Y por último, evita barrer patios y corredores fuera de la casa sin antes rociar un poco de agua, para evitar que con la escoba se levante el polvo.
