Un momento fuera de lo común se vivió ayer en París, donde un turista lanzó contra la pintura de la Mona Lisa una tarta, ante la presencia de decenas de personas que también se encontraban en el Museo de Louvre.
Según testigos, el hombre se acercó al cuadro sentado en una silla de ruedas, camuflado bajo una peluca y una gorra. En los vídeos que circulan en redes sociales, se visualiza al turista lanzando proclamas a favor de la protección del planeta, mientras los vigilantes del museo le expulsaban de la sala.
Para fortuna de todos, la insigne obra se encuentra detrás de un vidrio, por lo cual, la tarta no le manchó ni un poco. Luego de expulsar al hombre que fue llevado al departamento psiquiátrico de la policía local, trabajadores del museo procedieron a limpiar los desperdicios que quedaron impregnados en el vidrio, para que las personas pudieran seguir viendo y fotografiando a la Mona Lisa.
“El Louvre aplicó el procedimiento habitual previsto para personas con movilidad reducida, permitiéndole admirar esta obra mayor del Louvre”, indicó la institución. La obra está valorada en 2 mil 500 millones de dólares y ya anteriormente ha sufrido de este tipo de ataques, el último había pasado en 2009, cuando una mujer lazó una taza de té que se quebró al impactar con el cristal que protege la pintura.
