En deplorable estado se encuentra el museo que está afuera de la Fortaleza de San Fernando de Omoa, en Cortés, donde su cielo falso se ve colapsado por la falta de mantenimiento, poniendo en riesgo algunas reliquias que se guardan dentro de las instalaciones.
Si hay algo que un país debe de cuidar siempre, es su historia, no obstante, pareciera ser algo irrelevante en Honduras. Así lo vimos manifestado en el museo que se encuentra en las afueras de la Fortaleza de San Fernando de Omoa, donde se visualiza que el techo se encuentra lleno de goteras, y que, además, los tragaluces también están en mal estado, causando humedad dentro de la instalación.
La situación apena y deja mal parado a nuestro país porque al sitio llegan muchas personas extranjeras para conocer más acerca de la historia que guarda esta importante estructura que fue utilizada por los españoles durante el periodo de la conquista. Para el caso, al momento de nuestra visita, había un grupo de ticos, inconfundibles, ya que, portaban la camisa de la selección costarricense.
Aquí podemos encontrar reliquias como balas de cañón, cañones, algunos artículos de barro, armaduras y otros accesorios que fueron traídos desde la fortaleza hasta aquí. En manos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) queda tomar cartas en el asunto para velar por la pronta reparación del edificio para, de este modo, mantener en perfecto estado los objetos que se encuentran en exhibición.