Honduras es un país pequeño si hablamos en su extensión territorial, pero con grandes personas que tienen un corazón noble y bondadoso, que siempre desean brindar una mano para aquel que lo necesita, tal es el caso de Rodrigo Amador, un catracho solidario.
Rodrigo es pasante de la carrera de ingeniería mecánica en UNAH-VS, destacando por siempre decir presente en obras caritativas y por interesarse en la educación de jóvenes que no tienen las herramientas necesarias, es por ello, que hace más de dos años creó la aplicación “Funmath”.
A medida de la evolución notoria que ha tenido este proyecto, él destaca su propio crecimiento, la madurez que ha adquirido y desarrollado como emprendedor y las experiencias vividas, pues él ha experimentado que el sistema educativo es precario.
“Funmath” es la única aplicación de su tipo hecha en Honduras, y es algo que le hace sentir especial a Rodrigo, pues empezar este camino para los que le siguen lo considera como “abrumadoramente hermoso”:
“Ver que mi idea ha pasado de estar solo en mi computadora a ser una aplicación palpable y usada por un niño, luego a un grupo de cinco y así, sucesivamente, me genera algo de miedo, emoción, pero sobre todo me llena de felicidad”, nos expresó.
¡Funmath nos necesita!
La cabeza principal de esta prometedora aplicación ha financiado con sus propios recursos todo el proceso, desde pequeños detalles hasta las licencias de programas de desarrollo, la cual considera que ha sido una de las principales razones por las que ha tardado tanto.
El propósito de este proyecto ha sido darles a los niños de escuelas públicas, una herramienta de la cual no disponen, una plataforma para que puedan practicar, reforzar y aprender sin necesidad de conectarse a internet y por supuesto, ser totalmente gratuita.
“Es importante que la empresa privada, organizaciones y/o fundaciones sostengan el proyecto, para que sea accesible y poder cubrir las necesidades de aprendizaje de la mayor cantidad de niños posibles… No busco donaciones aisladas, sino financiamiento mediante asociaciones”.
Su implementación en los centros escolares
El pasado mes de octubre realizó una prueba con al menos 50 niños de distintos sectores de San Pedro Sula, siendo participantes de escuelas públicas y privadas. Para esta nueva prueba está invitando a docentes y directores de escuelas públicas para que le permitan ser parte de la experiencia educativa de sus alumnos.
Con Rodrigo Amador hay un grupo de docentes y personas con alta experiencia en proyectos educativos, quienes son los que continuamente supervisan su contenido y la forma en que se presenta y explica en la app.
Asimismo, está proyectando a un grupo de 200 niños, considera que no importa la cantidad de escuelas, sino el empezar, porque es importante hacer llegar este proyecto a más niños.
Nuestro protagonista aclaró que desea implementar más temas con la intención de extender también para secundaria, planean adaptarla a la verdadera experiencia del alumno hondureño. Desean descubrir cómo el niño hondureño reacciona y percibe a nuevos estímulos y conocimiento (algo que le hace destacar de cualquier aplicación genérica).
Por otra parte, está tramitando el proceso para reclamar la propiedad intelectual de la app, éste es como cualquier otro trámite burocrático y caro, se sinceró al decir que a veces el pago llega un poco tarde para su asesor legal, pues él mismo busca los fondos.
“Espero que un día me imiten, que se inspiren en mi trabajo y alguien haga algo igual o mejor, pero mientras eso sucede, necesito proteger mi idea para no perder los cuatro años que he dedicado a ella” concluyó Rodrigo Amador.