Honduras es un país que se caracteriza por tener personas carismáticas, llenas de valentía y coraje, más cuando los contextos no adquieren algo favorable para destacar en aquello que les apasiona, tal es el caso del deporte, que, a excepción del fútbol, no cuenta con el apoyo necesario.
Cada 14 de marzo desde el 5 de marzo de 1948 se celebra el Día del Deportista Hondureño, bajo el decreto número 76 del Congreso Nacional durante el mandato de Tiburcio Carías Andino, con el objetivo de brindar apoyo al deporte nacional y a deportistas hondureños en general.
Tenemos la fortuna de gozar con grandes deportistas de talla mundial como Teófimo López en el Boxeo, Mauricio Dubón en la Major League Baseball (MLB) o Alberth Elis y Anthony Lozano en el fútbol europeo, exponentes máximos de nuestra bandera cinco estrellas en cualquier lugar que se encuentren, están orgullosos de ser catrachos.
El gobierno brinda un presupuesto de 20 millones de lempiras para todas las federaciones en Honduras, que, en el caso del tenis, boxeo, natación, tenis de mesa o Volibol ronda entre 125 a 200 mil lempiras al año, el cual en su mayoría consiste en pago de empleados y viáticos, con poco porcentaje para la preparación de ellos.
Los padres de familia son seres admirables, pues en la mayoría de los casos (sino es que en todos) ellos mismos solucionan las necesidades de sus hijos atletas, por ver triunfar a sus “retoños”, pues no hay nadie que crea más en uno que nuestra propia sangre, ¿Verdad?
El Comité Olímpico hondureño, para la preparación de los deportistas para las competencias que se aproximan en los Juegos Deportivos Centroamericanos de noviembre del 2022, cuenta apenas con cinco millones de lempiras. Para entrar en contexto, Honduras es penúltimo país en Centroamérica en cuanto al presupuesto asignado al deporte, superando solo a Belice.
Otros deportistas destacados son Julimar Ávila (natación), Rolando Palacios (atletismo), Miguel Ferrera (taekwondo), Kevin Mejía (lucha), Romell Quioto (fútbol) o Axel Pavón (Halterofilia).
Orgullosamente cada uno de ellos muestra con orgullo la bandera cinco estrellas de azul turquesa, dando el máximo de sus capacidades para hacer sentir orgullosa a toda una nación, demostrando que Honduras está para cosas grandes, muy grandes.