Desde 1948, cada 14 de marzo se celebra el Día del Deportista, fecha que fue creada para impulsar todas las disciplinas deportivas en el país, aunque del dicho al hecho, hay mucho trecho, pero hoy en RadioHouse, celebramos este día destacando la historia de un atleta que brilló dentro del voleibol, hablamos del hondureño Martín Durón.
“Empecé desde la escuela. Yo no salía de la casa, pero llegó un entrenador de básquetbol, Mike Avilés, estrella hondureña, y me pidió prestado para ir a entrenar a la cancha del Guanacaste”, señaló Durón, he ahí la importancia de apoyar el deporte hoy en día para que los niños se enamoren del deporte desde muy pequeños.
Cabe señalar que Martín fue multifacético en su juventud, ya que, practicó beisbol, básquetbol, natación, futbol y voleibol, prefiriendo más este último deporte, donde destacó con el equipo Guardia de Honor Presidencial.
Julio Rivera, otra gloria del básquetbol, y Jorge Galeano, referente del voleibol, fueron parte de los entrenadores que fueron vitales para su formación, este cuando llegó al Instituto Jesús Aguilar Paz. Y fue así que hasta los 12 años comenzó a ver campeonatos de voleibol, posteriormente, pasó a ser estudiante del Instituto Central Vicente Cáceres, donde también mostró sus dotes.
“Como en el fútbol, lo más bonito es meter goles, yo era atacante. Jugaba con la UNAH, nos entrenó un japonés, ese señor nos tuvo tres meses sin tocar balón y me logró sacar un salto de un metro con cinco centímetros. Cuando llegue a la Guardia de Honor Presidencial me dijeron que querían tener un acomodador con el salto que tenía yo”, mencionó, además, que, hoy con veteranos, sigue siendo un acomodador.
Martín tuvo el privilegio de jugar en el extinto Gimnasio Rubén Callejas Valentine, así como también en el Complejo Deportivo de La Isla y en la estación de Los Bomberos, a la par del Estadio Nacional José de la Paz Herrera, no obstante, para tener encuentros dentro del gimnasio, había que hacer sacrificios porque el deporte predominante en el lugar era el básquet.
“Entrenábamos de 10 de la noche a 1 de la madrugada, o si queríamos entrenar por la mañana, teníamos que llegar a las 4:30 para entrenar hasta las 6:30 de la mañana”, recordó, manifestando así un problema que aún padece la ciudad, la falta de espacios para practicar deporte.
Al final, 30 campeonatos en 10 años terminó obteniendo el hondureño durante el tiempo que estuvo en la Guardia de Honor Presidencial. En tanto, representando a Honduras, estuvo en la selección juvenil de 1981, donde en un campeonato centroamericano obtuvieron el cuarto puesto porque solo pudieron ganarle a El Salvador y en 1989 quedaron en el tercer sitio.
Problemas del voleibol en Honduras
En nuestro país lamentablemente el voleibol está muriendo, más que todo, porque la Villa Olímpica de Tegucigalpa sigue cerrada desde marzo de 2020, habilitada nada más para conciertos o la pista olímpica del estadio para que las personas vayan a correr, más no así los gimnasios, mismos que hasta se encuentran desarmados, ya que, sirvieron de albergues para cuando llegaron los huracanes Eta e Iota en noviembre de 2020.
“Es bien difícil que se profesionalice el voleibol, se podría decir que yo fui de esos jugadores que sí fueron profesionales porque a mí me sacaron de la UNAH y me dijeron, te vamos a pagar 500 dólares (1,000 lempiras en aquel entonces), lo único que vas a ser como un militar. Yo usaba el pelo largo y me lo mandaron a cortar y casi lloré -lamentó- y me dieron un carnet para que no fuera a hacer el servicio militar”, apuntó.
Luis Salgado fue de los pocos hondureños que lograron brillar en el voleibol en el exterior, un legionario de lujo, porque algunos han podido llegar a Estados Unidos. El catracho estuvo en España, Suiza y Finlandia, siendo en este último país donde más relevancia tuvo y, de hecho, el año pasado comenzó su etapa como entrenador. Martín señaló que en Honduras no avanza el voleibol porque no hay apoyo, la empresa privada cuando se trata de patrocinio solo ve el fútbol, nada más.
Profesor de Educación Física
Volviendo a sus años gratos, luego de esta etapa brillante dentro del voleibol, Martín estudió para convertirse en profesor de Educación Física, donde pone a todos sus alumnos a sudar la gota gorda. Curiosamente, no estaba en su mente estudiar esta carrera, primero estaba dentro de Medicina, pero hizo el cambio influenciado por quien fue su entrenador de volei, además, obtuvo una beca para la misma.
Durón imparte clases en el Instituto “España” Jesús Milla Selva y en el Instituto María Auxiliadora, donde enseña de todo un poco, pero siempre busca que predomine el voleibol. Para este tiempo de modalidad virtual, nos comentó que sis estudiantes deben vestir ropa deportiva y frente la cámara hacer los ejercicios respectivos, por lo que, la intensidad de entrenamiento se mantiene casi intacta.
“Los muchachos de ahora son más físicos, son más celular, son más tecnología. Nosotros llegábamos antes a la cancha de voleibol a rigiar, previo a comenzar el entrenamiento, después entrenábamos y hacíamos pesas. El atleta actual, se podría decir que, son muy finos, no les gusta correr, o sea, no les gusta la física, por eso, actualmente, hemos estado fuera de los medalleros”, criticó.
A sus 59 años, Martín sigue practicando voleibol con otros veteranos, y asegura que todos mantienen en forma y pueden ganarle a cualquier equipo compuesto de jóvenes. Para cerrar, Durón pidió a las nuevas autoridades que tomaron el poder a finales de enero, que apoyen el deporte y que no lo dejen abandonado, como ha pasado en los últimos años.
“Incentivo a los jóvenes para que dejen el celular, dejen por un rato a las novias porque a veces prefieren andar de novios y no practicar un deporte, ahí verán que una vez que lo practiquen les van a llegar un montón de novias ja, ja, ja”, concluyó.