Olimpia consiguió su copa número 34 esta noche en el Estadio Francisco Morazán al vencer 0 a 1 a Real España, convirtiéndose también como Tetracampeón por segunda vez en su historia.
Ante de continuar, debemos mencionar la manchita de esta noche, en las afueras del estadio, la barra de Real España y Olimpia se encararon y hubo una serie de balazos que dejaron alrededor de diez personas heridas. En el fútbol no debe pasar ese tipo de situaciones, el deporte es para recrear y no para crear caos.
Pasando al partido, el primer tiempo estuvo bastante frío y no solo por los 21 grados centígrados que imperaban en la ciudad, fresco si lo comparamos a la temperatura habitual, sino porque Olimpia salió a esperar a Real España, que se vio falto de ideas, muy distante del equipo que vimos en las vueltas regulares y que lo llevó a ser campeón de las vueltas regulares.
Al 58′ fue cuando se rompió la frialdad que había, en un inicio, era Real España el que parecía que iba a anotar, pero Olimpia recuperó el balón, aprovechó el desequilibrio que hubo en la defensa de la máquina y por medio de José Mario Pinto desbordó por la derecha, levantó la mirada y vio a un Jerry Bengtson que estaba solo frente al arco, dio el paso y retumbó el Morazán con el grito de gol de la afición blanca.
Luego de eso, hubo algunos intentos timoratos por parte de los sampedranos, pero gran parte de un planteamiento ofensivo era desbordar por las bandas y mandar centros al área, pero todos estos terminaban en manos de Edrick Menjívar, quien lució impecable por los aires.
No hubo disparos que generaran riesgo para los blancos, más no así fue en el ataque blanco, que, con el ingreso de Jorge Benguché, se vio peligroso, mismo que hizo dos disparos, que aunque pasaron desviados, generaron tensión. La remontada fue una idea que se esfumó, y eso se vio en los jugadores de Real España, que en los últimos minutos se desesperaron y perdieron hasta la concentración.
El tiempo se consumió y Saíd Martínez pitó el final del encuentro, causando la gran euforia entre todos los jugadores y en la afición olimpista. Este título significa el cuarto consecutivo en la era de Pedro Troglio, quien, además, se convirtió en el primer entrenador que en Honduras logra conseguir cuatro títulos consecutivos con un mismo equipo.
Antes de levantar el título, la mayoría de jugadores hablaban de algo, además de agradecer a la afición y enviar un saludo a sus seres amados, eso era el pentacampeonato, algo que, de momento, ningún club en Honduras ha logrado conseguir.
Finalmente la espera terminó y Jerry Bengtson, el máximo goleador del torneo, fue el encargado de levantar el trofeo bajo la icónica canción de We Are The Champions, que sonó en las bocinas del estadio. Posteriormente, se dio la vuelta olímpica, pero que se detuvo específicamente en sol sur, donde estaban los fieles y ahí se quedaron mostrando la nueva conquista.
Curiosamente, así como en 2011, los blancos derrotaron 3 a 0 a los aurinegros en el marcador global. ¿Habrá pentacampeonato? Dependerá de lo que diga Motagua, Real España o Marathón. Por ahora, solo queda decir…