Una de las fascinaciones para la mayoría de personas es apreciar por medio de fotografías, o a través de un telescopio, los anillos que poseen los planetas, Saturno, Júpiter, Saturno y Neptuno, algo que siempre hemos imaginado es ver al nuestro con un anillo al su alrededor, el cual adornaría las noches. Lo cierto es que no estamos muy lejos de que esto ocurra, aunque no de manera natural.
El profesor Jake Abbott de la Universidad de Utah en Estados Unidos ha pronosticado que en los próximos años nuestro planeta tendrá un anillo, pero de basura espacial, debido a la gran cantidad de desechos que hay fuera de la atmósfera. Para el caso, hace unas semanas Rusia destruyó uno de sus satélites con un proyectil, lo que provocó una gran cantidad de escombros que pusieron en riesgo la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Actualmente, se estima que hay alrededor de 23 mil objetos espaciales que representan una amenaza para el planeta como para futuras misiones espaciales, además que podrían destruir los satélites, mediante los cuales, hoy en día se basan completamente las telecomunicaciones. También hay cientos de millones de bits con un tamaño similar a una bola de tenis y que tienen una velocidad de 28 mil 163 kilómetros por hora.
Por esa gran velocidad, es difícil que se pueda hacer algo con una especie de brazo robótico, porque lo volaría en mil pedazos y haría más basura de la que más hay. Una de las posibilidades que plantean es hacer uso de imanes para girar estos desperdicios y así activarán las llamadas corrientes de Foucault.
En 2020 Rusia advirtió que en 200 años se formará este fenómeno antinatural. Es así como vemos que los humanos no solo contaminamos la tierra y el agua, sino que también el espacio exterior.