Parece que fue ayer cuando estábamos viendo la televisión, escuchando la radio o simplemente revisando las redes sociales, y nos dimos cuenta que se había reportado el primer caso de un desconocido virus, que, sin saberlo en aquel momento, cambiaría por completo nuestra vida.
Fue un 17 de noviembre de 2019 cuando científicos chinos reportaron el primer caso de SARS-CoV-2 o Coronavirus, en la ciudad de Wuhan, China. En aquel momento las cosas no parecían tan alarmantes, aunque para el 15 de diciembre de ese año, ya eran 27 las personas infectadas en aquella ciudad.
El virus tardó alrededor de cuatro meses para recorrer todo el planeta y llegar hasta cada país del mundo, el miedo era un sentimiento inevitable, y todo lo que nos quedaba, era seguir las indicaciones de las autoridades ante una inminente pandemia.
La población mundial vivió en los primeros meses un confinamiento que afectó a grandes escalas la economía de los países, sobre todo, la de aquellos subdesarrollados en los que la gran mayoría sus habitantes viven en extrema pobreza.
El COVID-19 ha dejado hasta la fecha la pérdida de más de 5 millones de vidas humanas, convirtiéndose de esta forma en un virus letal que sigue causando daño, y es que a pesar de que ya existen vacunas, aún hay desconfianza por parte de la gente que se rehúsa a inmunizarse por distintas razones personales.
La mejor ayuda que le podemos aportar a la sociedad, es seguir manteniendo las medidas de bioseguridad aunque ya estemos vacunados, continuar con el distanciamiento físico y el constante lavado de manos, asimismo, ir al centro asistencial más cercano si presentas algún síntoma.
Esta no es la primera pandemia que ha afectado a la humanidad, puesto que a lo largo de la historia, la peste negra, la gripe española o la viruela, también obligaron a las sociedades de aquellas épocas a transformar su manera de vivir y adaptarse a una nueva normalidad, ahora nos toca a nosotros acomodarnos a los cambios como parte de esta generación.
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio” – Charles Darwin
