Amapala, el lugar que enamora a propios y extraños en el departamento de Valle, estuvo de aniversario este fin de semana, en donde muchas personas se unieron a la algarabía y salieron a las calles para celebrar sus 188 años de aniversario como ciudad.
Fue el 17 de octubre de 1833 que se creó el “Puerto del Tigre”, nombre que tuvo cambios a lo largo de los años, pero fue hasta 1848 que se le nombró como el “Puerto franco de Amapala en la Isla del Tigre”.
Desde entonces se ha catalogado como uno de los sitios predilectos en la zona sur del país para muchos turistas, y a tan solo aproximadamente unos 136 kilómetros de Tegucigalpa, es el lugar ideal para darte unas vacaciones un fin de semana.
A principios del siglo XX, fue catalogado como uno de los principales puertos del Pacífico, siendo trascendental para el transporte de mercancía desde países europeos y asiáticos. De igual forma, Amapala siempre se ha destacado por ser uno de los principales referentes de la pesca en Honduras.
Según distintas versiones, el nombre «Amapala» se deriva del náhuatl, que en su traducción significa “Cerca de los Amates”, aunque algunos creen que surge de los vocablos, “ama” (maíz) y “palpha” (cerro) del dialecto Goajiquiro, que por lo tanto significaría, “Cerro del Maíz”.
Amapala, también es un lugar lleno de historia, ya que fue la capital de la República Mayor de Centroamérica, además, los pobladores del lugar cuentan la leyenda de que fue la guarida del pirata inglés, Francis Drake, del mismo modo, el hogar temporal de Albert Einstein, aunque estas teorías no han sido confirmadas, sin duda alguna despiertan la curiosidad de todos los que pasan por el puerto.
El clima es uno de sus principales atractivos, propicio para disfrutar de cualquiera de sus hermosas playas, entre las que destacan, La Mora, El Carmen y El Cedro, por ser algunas de las más visitadas y poseer aguas cristalinas, además, te regala los atardeceres y amaneceres más espectaculares.
Por ser una ciudad con fronteras al mar, su gastronomía se basa en mariscos de la zona, por lo que gozan de una inmensa variedad de ofertas para los visitantes, que no se pueden resistir a probar el ese sazón único que tienen en la isla.
Este fin de semana la gente pudo comer, bailar al ritmo de diferentes bandas marciales que hicieron más ameno el momento, presenciar el show de fuegos artificiales y sentirse orgullosos de pertenecer a la “Isla del Pacífico” ¡Felicidades, Amapala!