Cada año se conmemora el 13 de octubre como el día en el que las personas y comunidades reducen su exposición a los desastres naturales, fecha que fue establecida por la Asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para generar conciencia en los gobiernos, y que tomen las acciones correspondientes ante los desastres.
Proteger la vida de las personas debería ser la prioridad para las autoridades de cada país, así lo señaló en 2016, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) y una de sus campañas en la que pedían la sensibilización para todas las personas afectadas.
Este año, la campaña central está dirigida hacia la cooperación internacional y el apoyo fundamental que deben tener los países que se encuentran en subdesarrollo, los cuales resultan ser los más afectados cuando ocurren estos desastres, el ejemplo más reciente lo tuvimos en nuestro país en el 2020 con Eta e Iota, donde se estima que al menos 417 mil personas resultaron afectadas.
Según expertos, la mayoría de muertes por desastres naturales, se deben a inundaciones, tormentas y olas de calor. Asimismo, el cambio climático, del que también tenemos que ser conscientes, tiene influencia, ya que, debido al aumento de la temperatura, se ha dado un significativo incremento de los desastres, grandes tormentas y mucha sequía.
“Los desastres no son naturales, sino que son el resultado de las omisiones y la falta de prevención y planificación ante los fenómenos de la naturaleza”, señaló la UNDRR.
Cabe destacar que ningún país puede prevenir una catástrofe, pero sí se puede preparar de la manera adecuada, al menos con los servicios de emergencia básicos para atender a sus habitantes. También, la población debe estar informada y tener el conocimiento necesario, en la medida de lo posible, sobre qué hacer en este tipo de emergencias.