El exótico municipio de La Paz, es uno de los acogedores lugares que complementan nuestra bella Honduras. Esta maravillosa región, está llena de fantásticas experiencias para aquellos que desean realizar turismo, la riqueza natural, crea un destino perfecto para recorrer y disfrutar de sus encantos, entre esos, hoy te presentamos, las maravillosas Aguas Termales La Paz.
Este espectacular espacio está ubicado a 15 minutos de La Paz, su dirección exacta es a tres kilómetros al oeste de la misma ciudad, kilometro 2, carretera La Paz, hacia la comunidad de Tepanguare.
Las aguas termales han tenido un amplio servicio para los turistas, ayudando a crear experiencias inolvidables hace más de 25 años. El lugar es perfecto para perderte de la ciudad un día y liberarte de toxinas a través de sus preciosas aguas cristalinas y calientes. El sitio cuenta con cuatro piscinas, la más caliente alcanza una temperatura de hasta 40 grados.
Si deseas pasar un cálido día en compañía de tus seres queridos y estás en busca de un paraíso, Aguas Calientes es el sitio perfecto para disfrutar de toda la naturaleza que rodea el magnífico lugar. Para los encargados siempre es prioridad la salud de sus visitantes, por ello, cuenta con todas las medidas de bioseguridad, siendo de carácter obligatorio portar su mascarilla.
Aguas Calientes brinda atención a su público de lunes a domingo, en un horario de 8:00 de la mañana, hasta las 8:00 de la noche y el acceso a este lugar tiene un costo de 40 lempiras para los adultos y 20 para los pequeños de la casa y por el mismo valor, la gente se puede quedar acampando.
La creación de este espectacular y enriquecido establecimiento turístico, comenzó a crecer como un pequeño negocio familiar y a través de los años se fue convirtiendo en una de las mayores atracciones de la zona. El origen de esta belleza natural, es volcánico, proviene de un cerro llamado El Mogote.
Entre los planes a futuro para resaltar el espacio, se tiene planificada la construcción de cabañas, para quienes deseen hospedarse y contemplar una preciosa noche estrellada, con un relajante baño de aguas calientes.