Las Islas Cisne son una de las maravillas escondidas que tiene Honduras, está tiene su ubicación en el mar Caribe al noreste de Honduras con alrededor de 250 kilómetros, formando parte políticamente de Islas de la Bahía.
Su división se realiza en 3: Cisne Grande con 5.5 km², Cisne Pequeño con 2.5 km² y el Cayo Pájaro Bobo (Booby Cay) con menos de 0.01 km², el cual, Consta de un área de casi 8 kilómetros cuadrados, a una altitud de 9 pies sobre el mar.
El nombre de estas cristalinas aguas se origina por el capitán Swan, que en español significa “cisne”. Según cuentan, el Capitán fue atacado por piratas, pero después de un tiempo de la disputa se terminó uniendo a ellos y utilizó su barco cygnet, que en francés se traduce a “Cisne pequeño”. Debemos resaltar que estas fueron descubiertas entre los años de 1502 y 1520.
Durante más de dos siglos estas bellas islas fueron visitadas por piratas, seguidamente pasaron a formar parte del territorio estadounidense. Pero en 1972 nuestro país tomó posesión de ellas.
Una de las historias originadas en este paradisiaco lugar y que debemos resaltar es que durante el periodo que estuvo bajo el mando de Estados Unidos, se desarrollaron varias actividades como la construcción de grandes instalaciones.
Entre ellas podemos mencionar, una estación de radio, pista de aterrizaje, un centro meteorológico, residenciales, incluso contaban con animales como vacas. Es asombroso como un tesoro de estos que ha sido oculto durante tanto tiempo tiene historias tan grandes.
Cuando Honduras toma el control de estas bellezas, se empieza a limitar el acceso hasta no permitir la entrada de ningún turista, con el propósito de cuidar de este espléndido espacio, para brindarles lo mejor a los arrecifes. Actualmente quienes tienen acceso a este sitio solo es la Fuerza Naval Aérea, que está autorizada de velar por los recursos naturales del lugar.
Hasta la fecha no hay acceso para turistas, los únicos que pueden frecuentar el sitio son representantes seleccionados por las autoridades del país y para poder entrar primero se debe solicitar un permiso justificando el por qué quiere visitar la zona, siendo permitido solo a personas e instituciones que tengan fines científicos o de protección del medio ambiente.