Las historias sobre los árbitros en Honduras pueden variar dependiendo del departamento, municipio, categoría donde ejerce o la época en la que vive, pero hay algo que no cambia sin importar desde qué rincón del mundo se encuentren, esos son los sacrificios y riesgos que han tenido que pasar por su trabajo.
En esta ocasión, tuvimos el placer de platicar con Oswaldo Perdomo, el árbitro con 39 años de experiencia pitando en ligas burocráticas e independientes. En las canchas del Soccer City, nos detalló cómo ha logrado mantenerse durante tanto tiempo, los reconocimientos otorgados por su trabajo y también las amenazas y agresiones físicas que ha sufrido a lo largo de su profesión.
El originario de Siguatepeque nos confesó que en su niñez jugaba mucho fútbol, pero las circunstancias de la vida no le permitieron jugar continuamente como todo niño lo hacía. “Por mi labor que hacía, no tenía el chance de andar jugando futbol. En mi niñez vendía periódicos, vendía pan, jalaba bultos en el mercado, cualquier cosa”, recordaba Oswaldo.
Nos contaba que su equipo favorito de la Liga Nacional ascendió después cinco años a primera división, el Victoria de La Ceiba. Internacionalmente, es agrado del Atlético de Madrid, Inter de Milán y del Chelsea. “Felicíteme”, nos decía entre risas.
Cuando se le preguntó el motivo por el cual decidió dedicarse al arbitraje, nos confesó que por los años 80, no había muchos árbitros que pudieran ejercer. Recordó cómo en un partido hacía falta un colegiado, los encargados de dirigir el partido llegaron a preguntar si había alguien disponible para ayudarlos, y Oswaldo se ofreció para ello, y desde ahí, fue metiendo más a fondo en el arbitraje.
Posteriormente de esa experiencia, lo invitaron al Colegio Nacional de Árbitros, a la filial de árbitros en Tegucigalpa y ahí estuvo alrededor de cuatro años dirigiendo en ligas menores. Aproximadamente tenía 21 años cuando empezó a dirigir empíricamente, en una liga independiente que se llamaba Puntarenas en la colonia Smith.
¿Partido dirigido que nunca olvidará?
“En un partido de la liga amateur, yo lo llamo ‘partido del Dios contra el diablo’, porque era un partido atractivo, la cancha perfecta, graderías llenas“, respondió. Lo agradable para él fue que hasta la afición del equipo perdedor llegó a felicitarlo por su trabajo.
En esa final anduvo Juan Carlos Pineda Chacón, “y él hizo un comentario muy agradable al siguiente día en su programa Fútbol a Fondo, que no había visto un arbitraje tan bueno como el que se dio en esa final, y que mi arbitraje no tenía nada que envidiarle a nadie. La verdad eso me llenó el ego y me sentí muy bien”, expresó.
¿Lo han amenazado por alguna decisión en un partido?
“Hubo una vez donde sufrí una agresión de casi un equipo completo, recuerdo que, en un saque de meta, despeja el defensa y recibió un compañero en el medio campo, a lo que un rival de mala fe, entró a quebrarlo, que para mí inmediatamente era roja. En ese momento, no saqué la tarjeta porque atendí al jugador”, manifestó.
A partir de aquí, la conversación se tornó muy emotiva al recordar cómo ese día pudo haber muerto por las agresiones que sufrió.
Una vez tenía la decisión tomada de expulsar al jugador por la alevosa falta, el equipo que se quedaría con diez hombres, comenzó a amenazarlo de muerte, “Me empezaron a decir que ese día me iba a morir, que no iba a salir vivo”, recuerda.
“Empecé a correr por toda la cancha, lastimosamente cuando casi iba a llegar al camerino de los árbitros, uno de los jugadores me pegó una patada, caí, a lo que los jugadores me empezaron a patear entre todos, y solo pude cubrirme con mis manos y pies. Me dejaron durmiendo mal como por diez días por los daños que sufrí en todo mi cuerpo”, manifestaba con expresiones de agradecimiento al cielo por haberse librado de ese mal momento.
¿No se pusieron en contacto con usted para dirigir en Primera?
“Debo de confesar que cuando vendía los periódicos, los vendía en la Autónoma (UNAH), y ahí conocí a Alfredo Hawit cuando era estudiante. Tiempo después, él me miró arbitrar y me llamó para ofrecerme regresar al Colegio Nacional de Árbitros, y contar con él como mi principal mentor. Le dije que lo que yo tenía era por mi propio esfuerzo y no me gustaba que me regalaran cosas”, señaló.
A lo que Hawit le respondió, “Contás con mi apoyo y si te llegas a instruir bien, llegarás a ser un excelente árbitro en Liga Nacional”, pero Oswaldo no accedió y decidió quedarse dirigiendo en ligas burocráticas.
Hablando un poco de las aspiraciones personales, admitió que dirigir una Copa del Mundo de selecciones era su mayor y grande sueño, y que, en caso de que se formara un campeonato mundial para veteranos, estaría encantando de formar parte de la terna arbitral de ese certamen.
¿Por qué el sobrenombre de Pericola?
“Soy muy conocido en diferentes campos, pero Pericola es el más popular. Pericola viene del reconocido árbitro italiano , Pierluigi Collina. Me dicen el “Collina de las ligas burocráticas”, por mi carácter dentro del campo y porque los jugadores con la mirada entendían”, puntualizó.
Finalmente, “Pericola” nos mostró todos sus reconocimientos de árbitro, con diferentes medallas colgando de su pecho, diplomas y títulos encamarados que ha recibido durante estos 39 años de trayectoria, y que espera seguir sumando porque “Todavía tengo mucho que ofrecer a mis casi 61 años”.
Recuerda que puedes jugar y pasar un buen rato con tus amistades en las canchas del Soccer City, donde podrás gozar de un césped de calidad, con amplio parqueo, cafetería, excelente iluminación y un ambiente seguro. Las instalaciones están ubicadas frente al Anillo Periférico, 200 metros después de Res. El Sauce. Para mayor información puedes contactarlos al número +504 9696-2188.