Tuvimos el gran placer de compartir con la Ingeniera en Biomedicina, Allison Martínez Mejía, la hondureña que, a sus 20 años de edad, obtuvo el primer lugar entre 400 participantes de Biomedicina en la Universidad Internacional de Florida en los Estados Unidos.
En una agradable entrevista, nos comentó cuáles fueron las claves de su éxito, sus planes al volver a Honduras, su inspiración para estudiar Biomedicina y un par de consejos para todo aquel que tenga aspiraciones de estudiar en el extranjero.
Nacida en Tegucigalpa, la joven nos contó que una vez concluida su etapa del colegio, emprendió un nuevo viaje hacia los Estados Unidos en el 2018 para estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad Internacional de Florida, con una orientación en tejidos y pre medicina.
Actualmente se encuentra realizando una pasantía en una compañía farmacéutica en territorio norteamericano, y en agosto comenzará su doctorado con una orientación en neuroingeniería en la universidad posicionada en el puesto número seis a nivel nacional, Washington University en St. Louis.
“Es un honor, tengo muy presente que no solo estoy representándome a mí, a la familia Martínez Mejía, sino a todo un país. Soy un pedacito de Honduras acá. En cada oportunidad que tengo, digo que soy, nací y crecí en Honduras”, declaró Allison al preguntársele sobre qué sentía al saber que su nombre representa a Honduras a nivel internacional.
Maira Cáceres, su inspiración para estudiar Biomedicina
Con una voz donde se le podía escuchar emocionada, Martínez nos decía que su abuela paterna, Maira Cáceres, fue su principal razón por la cual ella decidió estudiar Ingeniería Biomédica. Su abuela, que en paz descanse, sufrió un accidente automovilístico que le imposibilitó mantenerse de pie debido a una lesión en la columna vertebral. “Ella me llevaba al doctor, y como resultado me ambienté bastante en lo que es la medicina y era bien curiosa desde chiquita”, expuso.
En ese entonces, la ahora ingeniera tenía alrededor de siete años de edad y recordó que siempre fue muy curiosa, quería saber el porqué de las cosas. Un día, acompañó a sus tías a un cibercafé y le alquilaron una computadora, y fue ahí donde aprovechó a buscar en internet “¿Por qué mi abuela no puede caminar?”. Los resultados arrojaron la palabra paraplejia. Una palabra que, en esos días, Allison no podía ni pronunciar.
Al ella leer el significado de la paraplejia, la cual es una parálisis de la mitad inferior del cuerpo que se debe a una lesión nerviosa en el cerebro o en la médula espinal, decidió pellizcar a su abuela en las piernas para corroborar si la información era cierta, y al ver que no reaccionaba, optó por pellizcarla más fuerte. Fue ahí cuando su abuela vio el gran interés con el que su nieta vivía constantemente. “Yo sabía que me iba a salir curiosa, cielo”, le dijo de cariño su abuela Maira.
Allison la admira mucho y espera poder ayudar a personas que sufrieron y están pasando por una condición médica similar. “Todas mis metas y logros siempre son dedicadas a ella porque es la base por lo cual yo decidí entrar a esta carrera”, se expresaba de quien consideraba como su mejor amiga.
Obstáculos por los que pasó…
“La carrera que yo estudié es predominantemente ocupada por hombres, generalmente hay más hombres que mujeres en la carrera”, explicó la talentosa hondureña. En muchas ocasiones atravesó por experiencias en las que sus habilidades eran cuestionadas por el simple hecho de ser mujer, hubo escenarios en los que sus amigos hombres hacían el mismo trabajo, pero eran más aceptados que el de ella por ser mujer latina y en algunos casos le preguntaban si estaba segura de lo que estaba haciendo.
“A veces cuestionaban mis conocimientos por el hecho de ser mujer latina, que era muy joven para estar en la universidad, me preguntaban si estaba perdida en la Facultad de Ingeniería porque yo era dizque muy bonita para ser ingeniera”. Comentarios como esos le hicieron ver que ella podía ser una agente de cambio al abrir un nuevo camino para que otras mujeres participen más, con liderazgo e iniciativa en cosas que, predominantemente, están ocupadas por hombres.
¿Tiene planeado regresar a Honduras?
“Sí, algún día quiero regresar a Honduras, porque el sistema de salud de Honduras es decadente y ha estado así por muchísimo tiempo. No hay un énfasis en las enfermedades del sistema nervioso. Los especialistas que podían hacer algo en Honduras por la lesión de mi abuela eran limitados, y así como le pasó a mi abuela, les pasó a muchas personas más”, manifestó.
Allison declaró que le encantaría establecer un centro en el que sea especializado para enfermedades del sistema nervioso, tales como el Alzheimer, Parkinson, entre otras.
“Quiero ser una de esas personas que pueda contribuir a que otros jóvenes se desarrollen más en Honduras. Me encantaría volver a Honduras con más conocimiento sobre lo que se puede hacer con otras técnicas, otros tratamientos, otra tecnología, equipo médico que muchos no son aplicables para países como Honduras”, expresó.
Defina cinco características suyas que la hicieron llegar hasta donde está…
La determinación, “me acuerdo que les decía a mis papás que quería sacar mi doctorado en una del Top 20 universidades de los Estados Unidos, y hoy por hoy, puedo decir que lo logré, sacaré mi doctorado en la universidad número 12 a nivel nacional en Ingeniería Biomédica, número 6 en Medicina, la Washington University”.
La perseverancia.“Esto lo aprendí mucho de mi mamá cuando me dijo “Allison, vos ya tenés el no ganado, anda por el sí”.
Manejar mi tiempo y finanzas. “Cuando vivía en Honduras tenía a mis papás, pero aquí vivo sola, paso sola, me privé de muchas cosas, pero puedo decir que valió la pena quedarme a estudiar, en lugar de salir con mis amigos ni nada así, y no me arrepiento en absoluto, porque aprendí a manejar mi tiempo y mis finanzas”, comentaba.
“Soy muy apasionada en lo que hago, puedo pasar todo el día en el laboratorio, se me pasa el tiempo bien rápido, cuando uno es apasionado por algo, siempre será exitoso. Cuando uno ama algo, lucha por ello, y trata de hacer su mayor esfuerzo”.
Amor a Dios y familia,”Creo en Dios a pesar de que estoy en un ambiente muy científico, no cuestioné mi fe en ningún momento. Dicen que aquellas personas que conocen poco de la ciencia se alejan de Dios, pero los que conocen mucho, se acercan más a Él. Hoy por hoy, puedo decir que mi mamá María Mejía, mi papá Manuel Martínez, mi hermanito Uziel Emilio, mi abuela, y Dios han sido mi roca”.
Por último ¿qué consejo le daría a esas personas que tienen el deseo de estudiar en el extranjero y destacar, pero no se atreven por temor, falta de apoyo o por recursos económicos?
“El consejo que les quiero dejar a todos los que tienen el deseo de estudiar en el extranjero es que las barreras no son estructuras físicas, sino, son las que tenemos en nuestra mente y corazón.
Sé que el factor económico, falta de apoyo familiar y temor al fracaso, puede ser una limitante para aquellos que quieren estudiar en el extranjero, pero el primer paso siempre será creer en ustedes mismos, de lo que son capaces, de todo el potencial que hay en ustedes, investiguen lo más que puedan, no tengan miedo en preguntar a todo el mundo”.