El equipo mexicano logró superar a Costa Rica en penales 5-4, a pesar de haber sido superior en un partido que terminó sin goles en el marcador. Fue en muerte súbita donde Guillermo Ochoa se vistió de héroe al atajar el último penal a Allan Cruz y así darle el pase al Tri ante los Estados Unidos.
Los mexicanos fueron altamente superiores a los ticos, pero no pudieron hacerlo valer durante los 90 minutos. El conjunto de Centroamérica defendió bien todos los ataques de los mexicanos y aprovecharían cualquier contragolpe que pudiera darse en caso de que el tricolor dejara espacios atrás, pero fueron pocas las veces en que tuvieron la oportunidad.
El jugador más destacado por los dirigidos por el “Tata” Martino fue el legionario que milita en el Nápoli de Italia, el “Chucky” Lozano, quien al minuto 7 realizó una chilena que se estrelló en el travesaño y estuvo cerca de entrar en las redes del arquero Leonel Moreira, quien estaba reemplazando al legendario Keylor Navas, que no pudo ser de la partida por una lesión que acarreaba con su club desde semanas antes.
A pesar de la superioridad que demostraron tener los Gigantes de Concacaf, sabían que era un partido de vida o muerte, y no habría otra oportunidad de corregir el resultado al ser semifinal a partido único, por lo que ambos conjuntos optaron por ser precavidos para el segundo tiempo, lo que generó un juego más pausado y táctico.
Se irían a penales, y sorpresivamente México, a través de Ariel Antuna, falló su primer penal. Posteriormente Costa Rica igual fallaría un penal, y en el último penal, Ochoa se lanzó abajo sobre su derecha y atajó el penal que catapultó al tricolor a la final ante los Estados Unidos el próximo domingo 06 de junio.