Hoy 25 de mayo, fecha importante para todo el gremio del periodismo, decidimos platicar con un periodista que ha sido un ejemplo para varias generaciones, que han sido sus alumnos en algún momento o simplemente por la admiración que les genera por su paso en diferentes medios de comunicación.
Ayer tuvimos el gusto de compartir con Patricia Arias, una mujer que se ha desenvuelto con éxito en el plano de las relaciones públicas, en esta ocasión, para esta a la que hemos llamado como la Semana del Periodista, tuvimos una amena plática con el periodista Aldo Romero, columnista de diario La Tribuna, presentador de noticias en el noticiero Hoy Mismo y jefe académico de la carrera de Periodismo en la universidad Centro Universitario Tecnológico (Ceutec).
Son alrededor de 28 años los que tiene en medios de comunicación Aldo Romero, quien asegura que sigue disfrutando de su profesión como desde el primer día que comenzó, esta carrera que siempre tuvo en mente estudiar antes de entrar a la universidad.
«Mi mamá, que en paz descanse, quería que yo fuera ingeniero, mi segunda hermana quería que fuera abogado, nadie quería un periodista, todos se imaginan un ingeniero, un médico, pero ya estaba claro que iba a estudiar periodismo. Hoy no escogería otra profesión que no fuera esta», subrayó.
Siempre es inolvidable ese primer día en que comenzamos a trabajar, en el caso de Romero, recuerda que su primer día fue en el Estadio Nacional, cubriendo un partido de Segunda División bajo las instrucciones de Henry Marvin Cabrera. Con mucha alegría mencionó que en ese partido entre Curazao y Juventud Rivereña, solamente conocía a Edwin Pavón (QEPD).
Dicen que todo en la vida cambia, para el periodismo no ha sido la excepción, y en la actualidad, muchos jóvenes cuando dicen que estudian periodismo, reciben comentarios atemorizantes, como que corren el riesgo de morir o simplemente que la carrera no es gratificada como realmente se debe.
«Cuando yo empecé a estudiar periodismo no había tanta amenaza, tanta presión, tantos atentados, tanto irrespeto a la figura profesional del periodista. Sí me toca hacerlo ahora hablando con padres de familia, porque sus hijos quieren estudiar periodismo, entonces me toca estar diciéndole a la gente las bondades y las dificultades, como las hay en cualquier carrera», señaló.
El 13 de marzo del 2020, hizo el lanzamiento en el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) de su primer libro, el cual tiene como nombre ‘Periodismo: ¿Para qué sirve lo que hacemos?’ Un libro que responde a muchas interrogantes que prácticamente han sido vividas por el periodista Aldo.
En su obra también aborda problemas que viven los periodistas en cuanto a la ética, referente a ello, se le viene a la mente una anécdota chistosa. «Cuando me asignaron fuente pensaron que yo era Olimpia y entonces me mandaron a cubrir Motagua y, al tiempo, se dieron cuenta de que yo era Motagua, pero ya no me podían cambiar ja, ja, ja», terminó riéndose Aldo Enrique Romero, quien es águila de corazón, igual o hasta más que el propio Diego Vásquez.
Y aunque el señor Aldo es redactor de su propia columna, había personas que lo animaban a realizar su propio libro, uno de ellos, el periodista Livio Ramírez, quien es considerado por él como el amigo que le dio ese empujoncito para comenzar a escribir; hoy ya lleva tres libros.
Después de ‘Periodismo: ¿Para qué sirve lo que hacemos?’, el segundo libro que fue escrito por el periodista es sobre innovación y calidad educativa, texto que es orientado para los catedráticos de los diferentes niveles de educación básica, media y superior, mientras que el tercero, será con base a las herramientas digitales de comunicación eficaz.
Para quienes desean obtener y leer el primer libro de Aldo Romero, y son estudiantes de periodismo, periodistas, comunicadores o apasionados por el mundo del periodismo, solo basta con escribirle a través de sus redes sociales y él, muy amablemente nos regalará ejemplar, a cambio de nada más y nada menos que, leerlo; ese es el precio del libro.
Teniendo en cuenta que cada profesión y oficio tiene sus cosas bonitas y difíciles, le consultamos a Aldo cuál consideraba que eran, quien respondió que, «si uno vive la profesión, le apasiona y le gusta, no le encuentra un defecto», y también agregó que la carrera «es sacrificada, uno sabe a qué hora entra, pero no a qué hora va a salir; se gana muchos amigos, pero también se gana muchos detractores», añadió.
Por otra parte, también hay jóvenes que buscan estudiar periodismo por ser famosos y populares, a lo que el presentador que trabaja en Televicentro respondió. «El periodista no es un artista, él es un comunicador, un intermediador social, que convierte la comunicación y la información como un bien público».
¿Qué cree que aún le falta al periodismo de Honduras?
«Le falta contenido. El morbo prácticamente es el punto central de consumo de noticias. Yo hace poco vi una rotulación en un canal de televisión, respecto a un señor que vendía huevos en una motocicleta y chocó contra un vehículo, los cartones de huevos se cayeron y el título fue «LE QUIEBRAN LOS HUEVOS», o sea, hay gusto al morbo. Con tanto contenido basura, volvemos vulgar a la gente», criticó.
Y así como hay estudiantes que le huyen a los números, hay quienes le huyen a la redacción, y asumen que en radio y televisión evadirán eso, cuando no es así. «Hoy en día no hay periodistas con la libreta apuntando, periodistas que quieren trabajar en radio o televisión porque piensan que no se escribe y no es cierto, es donde más se redacta», recalcó.
Antes de culminar nuestra charla, le consultamos acerca de qué opina de las nuevas generaciones de periodistas que han estado emergiendo. Alabó el hecho que tengan mente de emprendedor, buscando tener su propio medio de comunicación, pero lamentó que sean muy dependientes de la tecnología.
«Si bien es cierto que el periodismo ha cambiado, la génesis del periodismo es la misma, recolectar, jerarquizar, sintetizar, redactar y divulgar información. A los periodistas jóvenes les cuesta tomar principios básicos como la redacción y la lectura; ya no hay periodistas con la libreta apuntando», concluyó.