El COVID-19 ha cambiado nuestra forma de vivir nuestro día a día. Desde que los diferentes países del mundo tomaron diferentes medidas para contrarrestar la pandemia, la ciudadanía ha acatado las órdenes y se ha adaptado a esta nueva forma de vivir.
El ejercicio ha sido una buena forma de sobrellevar esta situación, ya que, ha generado mucho estrés en gran parte de la población. Según un estudio del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos realizado con pacientes hospitalizados con COVID-19 revela que mantener una actividad física regular aumenta hasta ocho veces las posibilidades de supervivencia.
Este trabajo se llevó a cabo en 520 pacientes de entre 18 y 70 años de edad que tuvieron que ser hospitalizados por coronavirus. Estos datos fueron recogidos a través de encuestas telefónicas a los pacientes o a sus familiares más allegados para evaluar su condición física.
Según investigadores, el estudio dio a conocer que las personas que mantenían una actividad física constante, ligera o moderada, presentaba un riesgo de mortalidad del 1,8% frente al 13,8% del grupo con un estilo de vida sedentario.
Siendo estos resultados determinantes, para dar a conocer que, las personas que realizan actividades físicas regularmente tienen hasta ocho veces más de probabilidades de supervivencia que aquellas que tienen una vida sedentaria.
“A partir de ahora realizar ejercicio físico de forma regular se convierte en un factor primordial, ya que reduce la posibilidad de fallecer por COVID-19 cuando la persona precisa un ingreso hospitalario”, indicaron médicos expertos en el tema de la pandemia.
