La final de ida de la liguilla estuvo llena de polémica, a tal modo que Olimpia terminó jugando con ocho jugadores, hubo un gol que no debió contar y penales que no fueron sancionados, a lo que se le suma, lo pausado del partido por las faltas que eran constantes. Al final, las águilas se impusieron 2 goles a 1 a los albos.
Partido de penales y polémica
A los nueve minutos del partido, Armando Castro señaló un penal sobre Maylor Núñez, siendo de esas jugadas que rara vez se pitan dentro del área. Bengtson fue el encargado de ejecutar el penal, para mala suerte suya, Jonathan Rougier terminó atajando el tiro, ya que se quedó al centro del arco, sin embargo, el penal debió de repetirse porque el guardameta se adelantó de la línea de gol antes que el balón fuera conectado por el delantero; la acción fue desapercibida por el central.
Luego de esa ocasión de gol, tuvimos que esperar hasta el minuto 28 para ver una nueva aproximación de peligro, esta vez a favor de los azules, un cabezazo de Gonzalo Klusener puso a temblar el travesaño de Edrick Menjivar, casi caía el gol. Posteriormente, al minuto 33, Johnny Leverón y Ever Alvarado le hicieron un «sandwich» a Carlos «La Muma» Fernández; penal bien señalado. Roberto Moreira puso adelante a su equipo al cobrar de forma excelente el castigo desde los 11 pasos.
Para la segunda parte, el partido comenzó con polémica, a los cinco minutos de haberse empezado, hubo un acción que Armando Castro decidió no sancionar como penal a favor de los leones, tras que, con las dos manos, Marcelo Santos tocara el balón dentro del área. Casildo terminó fallando la ocasión por reclamar la mano.
El empate de Olimpia llegó al minuto 56, Michaell Chirinos recibió un pase, que dicho sea de paso, hay que decir que venía de fuera de juego el jugador con la camisola número 33, pero el auxiliar no levantó la bandera, Chirinos esperó que arribará al área Jerry Bengtson y este no desaprovechó la ocasión y puso el partido 1 a 1.
Para el minuto 71, fue cuando Armando Castro perdió el control del juego, había dejado pasar una pierna en alto de Elvin Casildo que impactó en el rostro de Iván «El Chino» López, fue el línea que terminó señalando la acción peligrosa y aún así, Castro se volvió a equivocar sacando tarjeta roja a José García, fue después que corrigió su error y Casildo terminó yéndose temprano a las duchas.
Al minuto 78, Olimpia se vio perjudicado por una mala apreciación del central, al expulsar por doble amarilla a Edwin Rodríguez, por suponer que con la plancha había impactado el pie de Marcelo Santos, pero en repetición se aprecia que no lo tocó, por lo que, la acción solo debió ser señalada como juego peligroso sin ameritar de una tarjeta.
Motagua encontró la oportunidad de irse al frente en el marcador con un nuevo penal, bien señalado porque Germán «El Patón» Mejía tomó por la espalda a Óscar García y quien tomó la responsabilidad de hacer efectivo el canje por la falta, fue Josué Villafranca, quien prácticamente no había jugado en el torneo, con calma tomó el retó y venció el arco olimpista, 2 a 1 lo ganaba el ciclón.
En el último minuto añadido, o sea, al 94, Deiby Flores recibió una segunda tarjeta amarilla por haberle dado un manotazo en la cara a Óscar García, los ánimos en la banca de Olimpia que estaban a flor de piel, terminaron de desbordarse con la señalación y todos los suplentes más Troglio entraron al terreno de juego a encarar a Armando Castro por sentirse aludidos.
Para la conferencia de prensa, Pedro Troglio salió muy eufórico en contra del arbitraje y de Diego Vásquez, «pregúntenle a él también por qué habla tanto, porque también descontrola el partido y descontrola a los árbitros… ¡Soy un loco de m*erda!», declaró en su corta comparecencia ante los medios. Y por su parte, el mandamás de los azules dijo «¡Déjate de j*der! Que Olimpia se queje de eso, de mis declaraciones… Lo vienen ayudando desde cuánto hace. No seas malo (en respuesta a Troglio)». El miércoles se sabrá si hay campeonísimo o si habrá que jugarse una finalísima.